jueves, 26 de abril de 2018

OTERO DE SARIEGOS: Romería de San Marcos 2018


Otero de Sariegos revive por un día
14 años después de que la aldea quedara oficialmente despoblada, sus calles se volvieron a llenar con motivo de la celebración de la romería de san Marcos
LA OPINIÓN-EL CORREO, 26/04/2018
Alejandro Bermúdez. Otero de Sariegos volvía a convertirse en un pueblo de calles bulliciosas y alegres, aunque solo fuera por unas pocas horas, las que duró la celebración de la romería de San Marcos en la mañana de ayer, una tradición que este pueblo no ha dejado perder ni siquiera cuando se quedó vacío, hace ya 14 años.
A media mañana, la iglesia de San Martín de Tours volvía a abrir sus puertas a muchos de los hijos de la localidad, gente que ha sido bautizada en ese mismo altar y que ha pasado su infancia -o más tiempo- en las calles aldeañas disfrutando de las privilegiadas vistas de las salinas y la campiña terracampina; la más joven de todos, Inmaculada Panizo, ya tiene 52 años, ella fue la última persona que nació en Otero de Sariegos. Pero esta fiesta también se comparte con otros vecinos de Villafáfila y de Villarrín que se acercan para participar en la fiesta. En total, unas 60 personas llenaron el templo durante la misa oficiada por el párroco de Villarrín, Santiago Martín. Las salvas que celebraban la inminente salida de la Virgen del Carmen y de la Virgen del Rosario marcaban el final de la ceremonia y el inicio de la procesión encabezada por el pendón que levantó Manuel Montero Gómez. Las imágenes marianas también caminaron sobre los hombros de cuatro mujeres y de cuatro hombres oriundos del pueblo abandonado.
Las vírgenes y su comitiva de fieles descendieron sumergidos en el espeso silencio del paraje despoblado, entre los escombros que todavía perfilan el espacio que antaño ocupaban casas, corrales y palomares, hasta llegar a los pies del otero que daba nombre al pueblo. Allí, entre el pilón y la Laguna Grande, se cumplió un año más la tradición de bendecir los campos que de hecho todavía labran algunos de los hijos de Sariegos que residen en las localidades cercanas.
En la subida de regreso a la iglesia, el pendón descendió para saludar con las pertinentes venias a la Virgen del Carmen y a "La Panadera", que se detuvieron ante la iglesia para escuchar la salve de sus devotos antes de volver a entrar para esperar, en soledad, hasta san Martín.
Finalizados los actos religiosos, todos los presentes disfrutaron de una generosa comida ofrecida por el Ayuntamiento de Villafáfila, cuyo alcalde, José Ángel Ruiz, participó en toda la romería. Los de Otero, Villafáfila y Villarrín dieron buena cuenta, en hermandad, de las empanadas, embutidos y tortillas. La fiesta culminó con una desgraciada anécdota que, por pequeña, no deja de formar parte de la historia de Otero de Sariegos, y es que el palo del pendón parroquial se partió en dos cuando un mozo trató de levantarlo desde la base.
Fotografías: José Luis Fernández

La iglesia de San Martín de Tours, llena durante la celebración de la misa




Inmaculada la última persona nacida en Otero