MISA SOLEMNE O SOLFEADA: Cánticos litúrgicos de Villarrín
La misa "solemne o solfeada", en latín, se cantaba en las grandes solemnidades en Villarrín de Campos, antes de la liturgia ocurrida en la segunda mitad del siglo XX.
De estilo
árabe-mozárabe, construcción muy recargada, participa del ritmo libre del canto
gregoriano, pero con mucha más variación que éste.
El Introito es un canto muy lento y solemne, salvo en la repetición que es más rápido.
El Kirye tiene el mismo estilo que el Benedictus o Agnus Dei, aunque a veces,
se establecen pequeñas diferencias rítmicas o escritura distinta.
En el Gloria, cabe destacar la ambigüedad en
la entonación de las palabras "Gloria
in excelsis Deo", indecisión correcta cuyo motivo principal es rodear
de misterio esas palabras del celebrante. Desde el "et in terra pax hominibus" desaparece esa ambigüedad tan
pronunciada, referida al "Fa sostenido" y al "Si bemol", ya
que ni el "Do" es totalmente
agudo, ni el "Si" es bemol, ambos son más bajos. y, por tanto, más
difícil es su interpretación.
Para el
canto del Gloria, el coro se dividía en dos grupos: primero y segundo coro.
Cada uno tiene tema musical distinto; pero antes de terminar cualquiera de
ellos es reforzado o remontado por el otro a la octava superior.
El Introito lo cantaban el día de la fiesta del Cristo.
Esta estrofa
debía ser cantada por un solista que reuniera determinadas cualidades: potente
voz, extensa tesitura, gran dominio de sí mismo y un extraordinario sentido de
la improvisación, ya que el INCARNATUS
no tenía límite de tiempo y el alargarlo o acortarlo dependía del solista.