Novena a Nuestra Señora del Tránsito
Si la novena se hace
después de la Misa o del rezo del Rosario, por haber empezado con el acto penitencial
o acto de contrición, no se recita el que a continuación se indica.
Cuando se hace sólo la
novena se comienza haciendo la señal de la cruz y se dirá todos los días la
siguiente oración, en que se incluye el acto de contrición.
Señor mío Jesucristo,
Dios y hombre verdadero, yo creo todos y cada uno de los misterios que a tu
Iglesia has revelado; temo, Señor, perderte como consecuencia de mis
infidelidades, pero espero de tu infinita misericordia recibiré tu perdón. De
todo corazón me pesa haberte ofendido; aborrezco con toda mi alma mis pecados,
propongo firmemente la enmienda ayudado de tu gracia. Yo te amo, Bondad suma;
dame para amarte una caridad perfecta. Te ofrezco, Señor, cuanto bueno puedo; y
para que te sea grato este novenario, ayúdeme tu piedad inmensa, y sea en
obsequio de tu buena Madre. Amén.
Día primero
Nuestra devoción a María
Nuestra devoción a María
"Desde ahora todas
las generaciones me llamarán bienaventurada, porque ha hecho en mi favor
maravillas el Poderoso". La devoción a María debe ser, ante todo, una
devoción cristológica, es decir, proyectada a Jesús. No podemos honrar a María
olvidando a Jesucristo, su hijo, el único Señor y Mediador entre Dios y los
hombres. Seremos devotos de la Virgen en la medida que crezca nuestra fe en el
Señor y nos sometamos a una constante conversión evangélica. Debemos vivir lo
que creemos y aunque muchas veces no haya total coherencia entre fe y vida, a
lo menos debemos intentar, sinceramente, vivir según el evangelio, orientados
por el magisterio de la Iglesia.
La Santísima Virgen en su advocación del Tránsito
nos invita, con su testimonio e intercesión, a llevar nuestra vida según la
voluntad del Señor.
Oración para este día
Dios todopoderoso y
eterno que has elevado en cuerpo y alma a los cielos a la Virgen María, madre
de tu Hijo, concede a los que vamos a hacer este novenario, que guiados por el
ejemplo de Santa María y ayudados por su protección vivamos de tal manera que
lleguemos a participar, como ella, de la gloria del cielo. Por Jesucristo
nuestro Señor.
Se pide la gracia que
se desea o se expresa la acción de gracias en esta novena por intercesión de
Santa María.
Oración para todos los
días
Señora y Madre nuestra,
en cuya imagen hermosa contemplo algo de lo mucho que en ti admiran los
ángeles y demás habitantes del cielo, siendo la hermosura de tu alma y la
pureza de tu cuerpo, milagros grandes que obró para honor suyo y tuyo la
diestra del Altísimo. Concédeme Señora, que anhelando ver la infinita
perfección de nuestro Dios, que llena de gozo a todos los que ya están en el
cielo, aparte mi corazón de todo lo que me separe del camino de tu Hijo. Pues
desde ahora pongo mi atención en solo lo que es eterno; y para que lo consiga
asísteme por tu dichoso tránsito, pues con tan poderosa abogada espero lograr
la perpetua y verdadera felicidad en la gloria. Amén.
Se concluirá todos los días con la Salve.
Día segundo
María, criatura de Dios
"Hubo una boda en
Caná de Galilea y estaba allí la madre de Jesús. Y como faltara vino le dice a
Jesús su madre: "No tienen vino..., a los sirvientes, haced lo que él os
diga".
Para una justa
comprensión del ser y obrar de la Virgen María es fundamental comprender que
Ella fue y se sintió criatura de Dios, grande y privilegiada, pero criatura.
Dios la colmó de gracias extraordinarias, pero entre Dios y Ella habrá siempre
una distancia infinita.
Cuando invocamos a
María, debemos saber que invocamos a una criatura, que por ser madre de
Jesucristo, tiene ante Dios un gran poder de intercesión. Todas las gracias que
recibimos, las recibimos de Dios: la Virgen es el canal de los dones o favores
recibidos de Dios. En su tarea nos muestra su dependencia de Dios.
Oración para este día
Oh Dios, que por la
bienaventurada Virgen María manifestaste tu Hijo al mundo como luz de las
naciones. Haz que como ella, crezca en nosotros la convicción y el sentimiento
de nuestra dependencia de ti. Por Jesucristo nuestro Señor.
Se hace la súplica
particular, se dice la oración final de todos los días y se reza la Salve.
Día tercero
María la mujer nueva
"Una gran señal
apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, con la luna bajo sus pies y
una corona de doce estrellas sobre su cabeza".
En María se realiza
plenamente el proyecto que Dios tuvo al crearnos; proyecto que en nosotros se
desfiguró a causa del pecado.
María es la mujer
nueva, el principio de una nueva creación, según el designio de Dios en
Jesucristo. Frente a Eva, mujer pecadora que pretendió ser como Dios al comer
del fruto prohibido, como nos dice el Génesis, María es la "esclava del
Señor" que inicia una nueva forma de vivir basada en el amor y la
fidelidad a Dios.
Oración para este día
Oh Dios, que has
elegido a la Virgen María de entre los pobres y los humildes y la has hecho
Madre del Salvador, concédenos que siguiendo sus ejemplos disfrutemos de la
nueva vida que por la redención nos dio su Hijo, que vive y reina por los siglos
de los siglos.
Día cuarto
María, Madre y figura
de la Iglesia "Todos perseveraban unánimes en la oración con algunas
mujeres, con María la madre de Jesús
Las prerrogativas de la
Virgen no tienen un simple valor personal, sino que Dios ha querido que tengan
una relación esencial con la Iglesia. Ella es virgen y madre, así la Iglesia es
virgen desposada con Cristo y es madre porque engendra en el bautismo a los
nuevos hijos de Dios por virtud del Espíritu Santo.
El ser y actuar de
María son modelo para la Iglesia, que debe imitarla.
Oración para este día
Oh Dios, por tu poder y
tu bondad, la Virgen María, fruto excelso de la Redención, brilla como imagen
purísima de la Iglesia, concede a tu pueblo peregrino en la tierra, que fijando
los ojos en Ella, sigamos fielmente a Cristo, hasta que lleguemos a la plenitud
de gloria que ya contempla Santa María. Por Jesucristo nuestro Señor.
Día quinto
Santa María, Reina de
la misericordia "En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud
a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó
a Isabel".
Con este título celebramos la bondad, la generosidad y la dignidad de la Virgen María, que elevada al cielo, ruega incesantemente a su Hijo por la salvación del pueblo de Dios que acude a ella confiadamente en sus tribulaciones y peligros. Es por tanto Reina clemente que habiendo experimentado la misericordia de Dios de un modo único y privilegiado acoge a todos los que en ella se refugian.
Con este título celebramos la bondad, la generosidad y la dignidad de la Virgen María, que elevada al cielo, ruega incesantemente a su Hijo por la salvación del pueblo de Dios que acude a ella confiadamente en sus tribulaciones y peligros. Es por tanto Reina clemente que habiendo experimentado la misericordia de Dios de un modo único y privilegiado acoge a todos los que en ella se refugian.
Oración para este día
Oh Dios, cuya
misericordia no tiene límites, concédenos por intercesión de Santa María,
Reina de la misericordia, conocer tu bondad en la tierra para alcanzar tu
gloria en el cielo. Por Jesucristo nuestro Señor.
Día sexto
La Virgen María, causa
de nuestra alegría El Ángel Gabriel entró donde estaba María y le dijo: “Alégrate,
llena de gracia, el Señor está contigo".
Cristo Jesús vino al
mundo para traer a los hombres la paz y la alegría, al nacer llenó de alegría a
los pastores, al resucitar, a los apóstoles; sentado a la derecha del Padre vio
sobre la Iglesia naciente el Espíritu de bondad y alegría.
La Iglesia ha
comprendido que María, por su cooperación en la vida de Cristo, es causa,
origen y fuente de gran alegría; de ahí que comienza a venerarla con el título de
"causa de nuestra alegría".
Oración para este día
Oh Dios, que por la
encarnación de tu Hijo has llenado el mundo de gozo, concédenos, a los que
veneramos a su Madre como causa de nuestra alegría, permanecer siempre en el
camino de tus mandamientos, para que nuestros corazones estén firmes en el
júbilo verdadero. Por Jesucristo nuestro Señor.
Día séptimo
La Virgen María, salud
de los enfermos "junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de
su madre, María la mujer de Cleofás, y María Magdalena”. La salvación que Dios
nos da abarca al hombre entero: su cuerpo, su alma, su espíritu.
El Padre envió a
Jesucristo como Salvador del hombre, médico de los cuerpos y de las almas
—curaba enfermedades, perdonaba pecados— la muerte es el último enemigo en
aniquilar.
La madre de Cristo,
María, siguiendo el modo de actuar de Jesús, socorre con amor a sus hijos
cuando se hallan en dificultades. Entre los títulos que los fieles, aquejados
por la enfermedad, dan a Santa María está el de: "salud de los enfermos".
Oración para este día
Te pedimos, Señor, que
nosotros tus siervos gocemos siempre de salud de alma y cuerpo, y por
intercesión de Santa María, la Virgen, líbranos de las tristezas de este mundo
y concédenos las alegrías eternas. Por Jesucristo nuestro Señor.
Día octavo
La Virgen María, Reina
de la Paz "¡Gloria a Dios en las alturas y en la tierra para los hombres
que gozan de su amor!" Los pastores
fueron corriendo y encontraron a María, a José y al niño acostado en el pesebre
Por la íntima y
estrecha relación con su Hijo, "Príncipe de la Paz", María es
venerada como Reina de la Paz, con su vida coopera en la reconciliación o paz
entre Dios y los hombres, aceptando concebir en su seno al Príncipe de la paz,
manteniéndose en pie junto a la cruz de su Hijo donde pacificó al universo con
su sangre.
Ora con los apóstoles,
esperando la llegada del Espíritu de la paz, de la unidad y del gozo.
Oración para este día
Oh Dios, que por medio
de tu Hijo Unigénito otorgas la paz a los hombres; por intercesión de la
Virgen María concede a nuestro tiempo la tranquilidad deseada, para que
formemos una sola familia en la paz y permanezcamos unidos en el amor fraterno.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Día último
María: Puerta del cielo
"Ya entra la princesa bellísima, vestida de perlas y brocado; la llevan
ante el rey con séquito de vírgenes, siguen sus compañeras: las traen entre
alegría y algazara, van entrando en el palacio real".
Dios Padre ha hecho en
su bondad, a Cristo puerta de salvación y de vida. El mismo Jesús nos lo dice:
él es la puerta del redil; por él se nos abren las puertas de la Jerusalén
celeste. Esta misma imagen la refieren los santos padres de la Iglesia a María
para ilustrar su función de madre; por ella apareció en el mundo Jesucristo
nuestro salvador. Por la intercesión de la Virgen descenderán sobre nosotros
los dones de su gracia y se nos abrirán las puertas del cielo.
Oración para este día
Oh Dios, que en tu
bondad has hecho a tu Hijo puerta de salvación y de vida, concédenos por la
acción previsora de la Virgen María, permanecer fieles en el amor de Cristo y
que se nos abran las puertas de la Jerusalén celeste. Por Jesucristo nuestro
Señor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario