Este
trabajo está publicado en LA OPINIÓN-EL CORREO de Zamora (01/05/2022)
Dentro
de la escasa bibliografía sobre el convento, incluyo estas dos recesiones.
Una
ponencia de Ruíz Domínguez, Juan Aº, El Convento de San Francisco de Alcañices en el momento de su
desaparición, 1935, recogida en el Tratado de Alcañices, Zamora 1997.
Y
una aportación de Ferreira, Esteban, 1992, en
la Web del Santuario Mariano Diocesano de la Virgen de la Salud de Alcañices.
No
he encontrado ninguna publicación en formato de libro impreso que trate de
forma monográfica sobre el convento. Posiblemente exista.
El
objetivo de este artículo es contribuir a ampliar el conocimiento sobre el
monasterio, aunque el ideal sería que con el tiempo se realizara un trabajo de
investigación lo más exhaustivo posible.
Manuel
Gómez Moreno (Catálogo monumental de Zamora, 1903-1905, pág. 329), sobre el
convento, indica que el marqués de Alcañices (primero de la familia), D.
Francisco Enríquez Almansa reedificó el convento trasladándolo desde un sitio fragoso, especulando que se encontraba en un sierro entre Viña y
Poyo.
Algunas
referencias sobre el mismo pueden consultarse en el registro de ejecutorias del
Archivo de la Real Chancillería de Valladolid (caja 2920,26, año de 1668), con
motivo de un pleito entre los franciscanos de Alcañices (patronos de la
alhóndiga y Hospital de San Nicolás de esta villa) y el mayordomo de los
citados establecimientos Pedro Vázquez.
Otra
ejecutoria entre el convento y Francisco de la Peña, regidor de la villa de
Alcañices sobre denuncia de una obra nueva (Caja 3629, 0018, año de 1793)
Según
el catastro de Ensenada (Respuestas Generales, 1753), en el convento vivían 12
frailes de misa, 1 lego y dos criados.
El
convento de San Francisco fue afectado por la R.O de 25/7/1835, en aplicación
del artículo 1º Los monasterios y
conventos de religiosos que no tengan 12 individuos profesos, de los cuales las
dos terceras partes al menos sean de coro, desde luego quedan suprimidos.
Inventario
El
contenido de este trabajo consiste en efectuar una descripción de los diversos
objetos que quedaron en el convento, tras la desamortización. Este legado de
los frailes sería hoy muy bien acogido como material etnográfico, en el caso de
que subsistan algunas piezas.
El
documento de consulta, se encuentra en el Archivo Histórico Provincial de
Zamora (AHPZ) desamortización Mesa 3, legajo 1/46, registrado como Convento de San Francisco observantes de
Alcañices. Inventario y demás antecedentes (1835).
En
el año de la supresión del convento figuraban los siguientes frailes que se
trasladaron a otros lugares: Fray José
Prieto (Zamora), Fray Gabriel Suárez (Villalón), Fray Francisco Buey (San
Vitero), Fray Antonio González (Puebla de Sanabria), Fray Alfonso García
(Brandilanes), Fray Agustín Chamorro (Bermillo), Fray Lázaro Asejo lego profeso
(Priaranza de la Valduerna), Fray Francisco Delgado , guardián o abad del
convento a la diócesis de Sevilla, Fray Lorenzo Fresno, se quedó en el
convento, como responsable de las pertenencias del mismo, en calidad de
presidente, que formará parte de la junta que levantará acta de los diversos
objetos que se anotarán en el correspondiente inventario.
Para
realizar el censo de objetos se formó una comisión integrada por Fernando Galán
(abogado del tribunal), Francisco Pita (alcalde mayor), Manuel Puelles
(síndico) y Fray Florentino del Fresno (presidente del convento).
El
documento consta de las siguientes secciones: Inventario 1, inventario 2,
inventario 3, refectorio, despensa, cocina, corral y pajar, objetos religiosos,
camarín de la virgen, altar del bendito Cristo de la Espina, altar de San
Antonio, sacristía y cajones con ropa de oficiar los frailes en actos
religiosos.
Esta
clasificación es bastante coherente, aunque en algunos apartados se incluyen
objetos que no corresponden.
Resumen
Inventarios
En
estos apartados se referencian algunos objetos clasificados de una manera
arbitraria, ya que, debido a la heterogeneidad del contenido, se puede pensar
que posiblemente eran habitaciones que servían de almacén. Se consignan mesas,
sillas, armarios de cocina, mantas, jergón de estopa, cochón normal, tarimas
que servían de camas, poltronas, etc. La singularidad es que todos elementos
descritos son viejos y se encuentran en mal estado. Se añade a la relación un
reloj de campana con su hoja, un farol de pared y un brasero de hierro.
En el refectorio, había un arca para la harina, 7
mesas fijas, manteles, servilletas, una campanilla, una lamparilla de hojalata,
paños de limpieza. No se relacionan sillas ni cubiertos.
En la despensa
se almacenaban
ollas (grandes, medianas y pequeñas), cazuelas grandes, baños de madera y de
barro, cantarillas, jarros, tazones para el vino pintados, una escalera
pequeña, colador, arcas, una balanza con 8 pesas y 2 cajas para pedir la
estampa (limosna)de San Francisco.
El menaje de la cocina se componía de
dos mesas, cobertera, sartenes, almireces, candiles, trébede grande, un asador
de hierro, ganchos de hierro para colgar la olla, platos, fuentes, cazuelas,
jarras pequeñas y banquetas.
En
el
corral existía una pila de piedra y en el pajar que servía de cuadra, se
almacenaban dos carros de hierba y de paja, permaneciendo estabulados 2
caballos, 1 macho y 2 cerdas.
En
una nota adjunta se lee hay un libro liso
forrado en pergamino Libro de Gastos y recibo año 1814. Este documento finaliza hasta la extinción del convento y
no aparece reflejada existencia alguna en metálico, aunque sí se anota un
débito contra la comunidad de 1.661 reales y 2.000 maravedíes (fechado el 31 de
agosto de 1813)
Añade
que a la comunidad le corresponden los
réditos del valor del prado de Chapardiel que se vendió y aunque se ignora la
cantidad fija parece ser de 18.000 reales cuyos réditos hace muchos años que no
se cobran y que no hay documentos
En
cuanto a los artículos religiosos los más significativos registrados son una
Cruz del Bendito Cristo y una imagen de la Virgen,
El altar de la
Encarnación contenía
4 candelabros, 1 crucifijo, 1 atril de madera con el misal, manteles del altar,
carpeta de hule sobre la piedra del ara, 3 imágenes de santos, 1 cortina verde
y 1 campanilla
Referente al altar
mayor se anota la existencia de la imagen
de San Francisco, San Antonio, La Concepción, 1 ángel de piedra en alabastro,
sacras, candelabros, manteles, etc.
En el Camarín de la
virgen estaba la
imagen de Nuestra Señora de la Salud con corona de plata, ángeles, curiosamente
había un memorial de los milagros de la virgen.
El altar del
Bendito Cristo de la Espina
contiene 2 candelabros ,1 campanilla, 1 atril con misal, 2 manteles, cubierta
de hule del ara y 3 sacras No se mencione la existencia de una imagen del
Cristo.
El altar dedicado a
San Antonio alberga
la efigie del santo, de la virgen, de Santa Rosa un eccehomo, así como el carro
de Nuestra Señora, la corona de San Antonio y una cruz de madera.
En el coro lo más significativo es la
presencia de una imagen del bendito Cristo y dos cuerdas que sirven para tocar
campanas, una situada en el coro y la otra en la torre de la iglesia.
La sacristía es el lugar para guardar la ropa
de los frailes que utilizan en las diversas funciones religiosas. Había cajones
rotulados con estos nombres: blanco, encarnado, verde, morado, negro. Suponemos
que cada color estaba asignado a un fraile o grupo de clérigos, ya que el
contenido en todos es semejante: casullas, dalmáticas, amitos, albas, cíngulos,
corporales, cálices, etc.
Completaba
la anterior enumeración, un cajón amplio en el cual se guardan velas, bolsas de
corporales, retazos de seda, una mesa para colocar la Virgen de la Salud,
cálices de plata, incensario y tenebrario.
Comentario
El
análisis del contenido del inventario, nos sugiere algunas reflexiones.
El
convento pasaba por una situación económica complicada. Los diversos objetos
especialmente enseres, se encuentran en un estado viejo, casi inservible. No se
mencionan las dependencias conventuales donde vivía la comunidad, ni el grado
de conservación de los edificios.
Con
relación a las propiedades de fincas sólo aparecen referenciadas una leñera
contigua al convento, en una finca con
algunos árboles frutales, con hortalizas bien deterioradas y de poca
consideración, de cabida de media carga de trigo. Hay que añadir otra cortina de tierra de una carga y media de
trigo, con límites en el propio convento.
La
descripción consignada en el inventario muestra lo que había en el momento en el
que se levantó el acta, pero no lo que en realidad hubo antes. Posiblemente
muchos objetos y documentos de gestión del convento fueron retirados por la comunidad
antes de su disolución, en virtud de lo establecido en el artículo 5º: Los religiosos de los monasterios y
conventos suprimidos en virtud de este Real decreto (25/1835), se trasladarán a
otras casas de la orden que designarán los respectivos prelados superiores, a
las que podrán llevar consigo los muebles de uso particular. (Tal vez
aprovechasen esta circunstancia para llevarse otras cosas)
El
destino de los frailes tras la supresión indica que no fueran integrados en
ninguna casa de la orden, ya que en los lugares donde se instalaron no había
conventos. Posiblemente fueron designados a los pueblos que se indicó
anteriormente para efectuar funciones religiosas.
Hay que señalar que quedó a cargo del edificio
un fraile, que posiblemente fuese nombrado por la superioridad como sucesor del
anterior guardián que dejó el convento el 2/12/1833, dos años antes de que se
hiciera efectiva la desamortización. Este fraile administrador (presidente,
según la nueva situación) efectuaría una selección de los enseres, objetos, etc.,
de los que posteriormente serían objeto de inventario.
Como complemento a este trabajo indicar que en
la Biblioteca Nacional hay una litografía (en blanco y negro), fechada en 1892,
con el título Gozos a Nuestra Señora de
la Salud, venerada en el convento de San Francisco, compuesta por once
estrofas diferentes que terminan cada una de ella con este texto reiterativo: Pues sois Azucena hermosa/llena de celestial
luz/ Oh virgen de la Salud/ Sed nuestra Madre amorosa. Al final de la hoja
de las preces, como recordatorio, hay escrito un texto en latín que traducido
al español dice: Quien me encuentre, que
entre en la vida y obtenga la salvación del señor
Francisco Trancón Pérez
Galería de imágenes correspondientes a la ciudad de ALCAÑICES, realizadas por el autor de este artículo
Francisco Trancón
Pérez
No hay comentarios:
Publicar un comentario