miércoles, 4 de mayo de 2022

INVENTARIO DEL CONVENTO DE SAN FRANCISCO DE ALCAÑICES (1835)

 


Este trabajo está publicado en LA OPINIÓN-EL CORREO de Zamora (01/05/2022)

Dentro de la escasa bibliografía sobre el convento, incluyo estas dos recesiones.

Una ponencia de   Ruíz Domínguez, Juan Aº, El Convento de San Francisco de Alcañices en el momento de su desaparición, 1935, recogida en el Tratado de Alcañices, Zamora 1997.

Y una aportación de Ferreira, Esteban, 1992, en la Web del Santuario Mariano Diocesano de la Virgen de la Salud de Alcañices.

No he encontrado ninguna publicación en formato de libro impreso que trate de forma monográfica sobre el convento. Posiblemente exista.

 

El objetivo de este artículo es contribuir a ampliar el conocimiento sobre el monasterio, aunque el ideal sería que con el tiempo se realizara un trabajo de investigación lo más exhaustivo posible.

Manuel Gómez Moreno (Catálogo monumental de Zamora, 1903-1905, pág. 329), sobre el convento, indica que el marqués de Alcañices (primero de la familia), D. Francisco Enríquez Almansa reedificó el convento trasladándolo desde un sitio fragoso, especulando que se encontraba en un sierro entre Viña y Poyo.

Algunas referencias sobre el mismo pueden consultarse en el registro de ejecutorias del Archivo de la Real Chancillería de Valladolid (caja 2920,26, año de 1668), con motivo de un pleito entre los franciscanos de Alcañices (patronos de la alhóndiga y Hospital de San Nicolás de esta villa) y el mayordomo de los citados establecimientos Pedro Vázquez.

Otra ejecutoria entre el convento y Francisco de la Peña, regidor de la villa de Alcañices sobre denuncia de una obra nueva (Caja 3629, 0018, año de 1793)

Según el catastro de Ensenada (Respuestas Generales, 1753), en el convento vivían 12 frailes de misa, 1 lego y dos criados.

El convento de San Francisco fue afectado por la R.O de 25/7/1835, en aplicación del artículo 1º Los monasterios y conventos de religiosos que no tengan 12 individuos profesos, de los cuales las dos terceras partes al menos sean de coro, desde luego quedan suprimidos.

Inventario

El contenido de este trabajo consiste en efectuar una descripción de los diversos objetos que quedaron en el convento, tras la desamortización. Este legado de los frailes sería hoy muy bien acogido como material etnográfico, en el caso de que subsistan algunas piezas. 

El documento de consulta, se encuentra en el Archivo Histórico Provincial de Zamora (AHPZ) desamortización Mesa 3, legajo 1/46, registrado como Convento de San Francisco observantes de Alcañices. Inventario y demás antecedentes (1835).  

En el año de la supresión del convento figuraban los siguientes frailes que se trasladaron a otros lugares:  Fray José Prieto (Zamora), Fray Gabriel Suárez (Villalón), Fray Francisco Buey (San Vitero), Fray Antonio González (Puebla de Sanabria), Fray Alfonso García (Brandilanes), Fray Agustín Chamorro (Bermillo), Fray Lázaro Asejo lego profeso (Priaranza de la Valduerna), Fray Francisco Delgado , guardián o abad del convento a la diócesis de Sevilla, Fray Lorenzo Fresno, se quedó en el convento, como responsable de las pertenencias del mismo, en calidad de presidente, que formará parte de la junta que levantará acta de los diversos objetos que se anotarán en el correspondiente inventario.

Para realizar el censo de objetos se formó una comisión integrada por Fernando Galán (abogado del tribunal), Francisco Pita (alcalde mayor), Manuel Puelles (síndico) y Fray Florentino del Fresno (presidente del convento).

El documento consta de las siguientes secciones: Inventario 1, inventario 2, inventario 3, refectorio, despensa, cocina, corral y pajar, objetos religiosos, camarín de la virgen, altar del bendito Cristo de la Espina, altar de San Antonio, sacristía y cajones con ropa de oficiar los frailes en actos religiosos.

Esta clasificación es bastante coherente, aunque en algunos apartados se incluyen objetos que no corresponden.

Resumen

Inventarios

En estos apartados se referencian algunos objetos clasificados de una manera arbitraria, ya que, debido a la heterogeneidad del contenido, se puede pensar que posiblemente eran habitaciones que servían de almacén. Se consignan mesas, sillas, armarios de cocina, mantas, jergón de estopa, cochón normal, tarimas que servían de camas, poltronas, etc. La singularidad es que todos elementos descritos son viejos y se encuentran en mal estado. Se añade a la relación un reloj de campana con su hoja, un farol de pared y un brasero de hierro.

En el refectorio, había un arca para la harina, 7 mesas fijas, manteles, servilletas, una campanilla, una lamparilla de hojalata, paños de limpieza. No se relacionan sillas ni cubiertos.

 En la despensa se almacenaban ollas (grandes, medianas y pequeñas), cazuelas grandes, baños de madera y de barro, cantarillas, jarros, tazones para el vino pintados, una escalera pequeña, colador, arcas, una balanza con 8 pesas y 2 cajas para pedir la estampa (limosna)de San Francisco.

 El menaje de la cocina se componía de dos mesas, cobertera, sartenes, almireces, candiles, trébede grande, un asador de hierro, ganchos de hierro para colgar la olla, platos, fuentes, cazuelas, jarras pequeñas y banquetas.

En el corral existía una pila de piedra y en el pajar que servía de cuadra, se almacenaban dos carros de hierba y de paja, permaneciendo estabulados 2 caballos, 1 macho y 2 cerdas.

En una nota adjunta se lee hay un libro liso forrado en pergamino Libro de Gastos y recibo año 1814. Este documento finaliza hasta la extinción del convento y no aparece reflejada existencia alguna en metálico, aunque sí se anota un débito contra la comunidad de 1.661 reales y 2.000 maravedíes (fechado el 31 de agosto de 1813)

Añade que a la comunidad le corresponden los réditos del valor del prado de Chapardiel que se vendió y aunque se ignora la cantidad fija parece ser de 18.000 reales cuyos réditos hace muchos años que no se cobran y que no hay documentos

En cuanto a los artículos religiosos los más significativos registrados son una Cruz del Bendito Cristo y una imagen de la Virgen,

El altar de la Encarnación contenía 4 candelabros, 1 crucifijo, 1 atril de madera con el misal, manteles del altar, carpeta de hule sobre la piedra del ara, 3 imágenes de santos, 1 cortina verde y 1 campanilla

Referente al altar mayor se anota la existencia de la imagen de San Francisco, San Antonio, La Concepción, 1 ángel de piedra en alabastro, sacras, candelabros, manteles, etc.

En el Camarín de la virgen estaba la imagen de Nuestra Señora de la Salud con corona de plata, ángeles, curiosamente había un memorial de los milagros de la virgen.

El altar del Bendito Cristo de la Espina contiene 2 candelabros ,1 campanilla, 1 atril con misal, 2 manteles, cubierta de hule del ara y 3 sacras No se mencione la existencia de una imagen del Cristo.

El altar dedicado a San Antonio alberga la efigie del santo, de la virgen, de Santa Rosa un eccehomo, así como el carro de Nuestra Señora, la corona de San Antonio y una cruz de madera.

En el coro lo más significativo es la presencia de una imagen del bendito Cristo y dos cuerdas que sirven para tocar campanas, una situada en el coro y la otra en la torre de la iglesia.

La sacristía es el lugar para guardar la ropa de los frailes que utilizan en las diversas funciones religiosas. Había cajones rotulados con estos nombres: blanco, encarnado, verde, morado, negro. Suponemos que cada color estaba asignado a un fraile o grupo de clérigos, ya que el contenido en todos es semejante: casullas, dalmáticas, amitos, albas, cíngulos, corporales, cálices, etc.

Completaba la anterior enumeración, un cajón amplio en el cual se guardan velas, bolsas de corporales, retazos de seda, una mesa para colocar la Virgen de la Salud, cálices de plata, incensario y tenebrario.

 

Comentario

El análisis del contenido del inventario, nos sugiere algunas reflexiones.

El convento pasaba por una situación económica complicada. Los diversos objetos especialmente enseres, se encuentran en un estado viejo, casi inservible. No se mencionan las dependencias conventuales donde vivía la comunidad, ni el grado de conservación de los edificios.

Con relación a las propiedades de fincas sólo aparecen referenciadas una leñera contigua al convento, en una finca con algunos árboles frutales, con hortalizas bien deterioradas y de poca consideración, de cabida de media carga de trigo. Hay que añadir otra cortina de tierra de una carga y media de trigo, con límites en el propio convento.

La descripción consignada en el inventario muestra lo que había en el momento en el que se levantó el acta, pero no lo que en realidad hubo antes. Posiblemente muchos objetos y documentos de gestión del convento fueron retirados por la comunidad antes de su disolución, en virtud de lo establecido en el artículo 5º: Los religiosos de los monasterios y conventos suprimidos en virtud de este Real decreto (25/1835), se trasladarán a otras casas de la orden que designarán los respectivos prelados superiores, a las que podrán llevar consigo los muebles de uso particular. (Tal vez aprovechasen esta circunstancia para llevarse otras cosas)

El destino de los frailes tras la supresión indica que no fueran integrados en ninguna casa de la orden, ya que en los lugares donde se instalaron no había conventos. Posiblemente fueron designados a los pueblos que se indicó anteriormente para efectuar funciones religiosas.

 Hay que señalar que quedó a cargo del edificio un fraile, que posiblemente fuese nombrado por la superioridad como sucesor del anterior guardián que dejó el convento el 2/12/1833, dos años antes de que se hiciera efectiva la desamortización. Este fraile administrador (presidente, según la nueva situación) efectuaría una selección de los enseres, objetos, etc., de los que posteriormente serían objeto de inventario.

 Como complemento a este trabajo indicar que en la Biblioteca Nacional hay una litografía (en blanco y negro), fechada en 1892, con el título Gozos a Nuestra Señora de la Salud, venerada en el convento de San Francisco, compuesta por once estrofas diferentes que terminan cada una de ella con este texto reiterativo: Pues sois Azucena hermosa/llena de celestial luz/ Oh virgen de la Salud/ Sed nuestra Madre amorosa. Al final de la hoja de las preces, como recordatorio, hay escrito un texto en latín que traducido al español dice: Quien me encuentre, que entre en la vida y obtenga la salvación del señor

Francisco Trancón Pérez









Galería de imágenes correspondientes a la ciudad de ALCAÑICES, realizadas por el autor de este artículo

 





Francisco Trancón Pérez

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