Galería fotográfica realizada por Manoli Alonso y Marta Campesino
VÍDEO
Este blog que presentamos como compendio de “Textos e imágenes de Villarrín de Campos” constituye un acercamiento lleno de sensibilidad a una realidad de formas, figuras, hechos, sentimientos.......
Reserva de las Lagunas de Villafáfila, vergel de la
avifauna
El Espacio Natural toma protagonismo en el Día Mundial de las Aves
Migratorias como el humedal más poblado de Castilla y León
I. G. LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA,
09/05/2021
Con sus casi 70.000 ejemplares de 61
especies detectados, el humedal de las Lagunas de Villafáfila es el más
importante de Castilla y León, en cuando a número de aves, y uno de los
espacios naturales de referencia avifaunística en el territorio nacional. Por
eso, el Día Mundial de las Aves Migratorias, que se celebró ayer, sitúa a la
Reserva Natural como espacio de gran valor natural, paisajístico y faunístico.
Lejos de este volumen de aves se
encuentran los humedales de La Nava (26.656 ejemplares de 53 especies) y
Boada de Campos (18.993 de 49 especies) en Palencia, la laguna de El Hoyo (El
Oso) en Ávila con 11.394 ejemplares de 40 especies, el Azud de Riolobos en
Salamanca con 10.876 ejemplares de 25 especies y el embalse de San José
(Castronuño) en Valladolid con 9.721 ejemplares de 25 especies.
El segundo sábado de mayo de cada año se
celebra el Día Mundial de las Aves Migratorias. Un
programa internacional de sensibilización y educación que celebra la migración
de las especies de aves a lo largo de las principales rutas migratorias del
mundo. Con este fin, cada año se selecciona un lema que ayuda a centrar la
atención en este grupo de especies y conectar a personas de todas las edades en
todo el mundo para unirse en un esfuerzo común y global para proteger las aves
migratorias y los hábitats que necesitan para sobrevivir.
El
lema escogido para este año es “¡Canta, vuela y elévate como las aves!”, es una
invitación a las personas de todo el mundo para que se conecten y vuelvan a
relacionarse con la naturaleza escuchando y observando activamente a las aves,
dondequiera que estén. Al mismo tiempo, el tema convoca a las personas de todo
el mundo para que utilicen sus propias voces y su creatividad para expresar su
aprecio compartido por las aves y la naturaleza.
Las aves acuáticas migratorias forman
parte del rico patrimonio natural de Castilla y León, con especial protagonismo
del terracampino espacio de las Lagunas de Villafáfila. Allí, como en el resto
de la red de humedales presentes en la región, se alimentan y descansan las
aves, antes de continuar el largo viaje a través de sus rutas migratorias entre
Europa y África. Muchas de estas zonas húmedas, en concreto 297, están
incluidas en el Catálogo de Zonas Húmedas de Interés
Especial, aprobado en 1994, ampliado en 2001 y que se
actualizará este año, otorgando a estos humedales un reconocimiento y régimen
de protección que permita su conservación. Además, dos de ellos, la laguna de
La Nava, en la provincia de Palencia y las Lagunas de Villafáfila, están
incluidos en la Lista Ramsar, figura de protección internacional declarada para
la conservación del hábitat de aves acuáticas.
Sin
embargo la más emblemática es el ánsar común, conocido en la zona como pata
grande. Junto a esta gran variedad de aves asociada al agua, la Reserva alberga
todo el año una comunidad de aves diferente, colonizadora de los amplios
espacios abiertos y secos; se trata de las aves esteparias, destacando entre
todas ellas la avutarda (Otis tarda), que
mantiene aquí la mayor población del mundo.
Punto
estratégico de las rutas de cientos de especies
La situación geográfica de la Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila, en el corazón de la Tierra de Campos, lo convierten en un punto estratégico en las rutas migratorias de cientos de especies de aves, que viajan desde toda Europa hasta Doñana, Norte de África y las grandes zonas costeras de Mauritania. Es la causa de las grandes concentraciones de aves invernantes, con el ánade azulón y las avefrías, que presentaban a mediados de noviembre casi 5.000 ejemplares cada una, como especies más comunes.
La Reserva se extiende a lo largo y ancho de un parque de fauna de 23 hectáreas en el que se puede observar con facilidad fauna acuática en tres lagunas, Durante el año 2020 se han contabilizado más 167.000 aves acuáticas pertenecientes a 79 especies en Castilla y León -69.677 ejemplares en la Reserva terracampina– detectándose especies migratorias escasas y amenazadas como el avetoro común, especies raras y accidentales como el falaropo picofino o especies migratorias más comunes y numerosas como los correlimos comunes o los chorlitejos grandes. Todas ellas utilizan estas zonas húmedas como zonas de parada y alimentación para continuar su viaje hacia sus zonas de reproducción en latitudes más norteñas. Por otro lado, unas pocas de ellas, pasan el invierno en distintos lugares de África, se desplazan para reproducirse en los humedales Castilla y León como las abundantes cigüeñuelas y avocetas o las más escasas pagazas piconegras o las garzas imperiales. Y por último, un grupo llega a nuestras latitudes para pasar el invierno como es el caso de los ánsares comunes presentes en lo humedales de Tierra de Campos.
Las lagunas de
Villafáfila, punto de encuentro internacional
Acogerá del 5 al 7 de mayo el IV Foro Nacional de
Observación de la Naturaleza, que dedicará especial protagonismo a las aves
esteparias
La Opinión-El Correo de Zamora, 5 de mayo
de 2021
La Reserva Natural de las
Lagunas de Villafáfila (Zamora) acogerá del 5 al 7 de mayo el IV Encuentro Nacional de Observación de la
Naturaleza, natureWatch, un foro que se ha convertido en referente
por la calidad de sus ponencias y actividades, y el fuerte compromiso con la
conservación y el medio ambiente. En esta edición las aves esteparias, el grupo de aves más amenazado de
Europa, tendrán especial protagonismo.
La Casa del Parque ‘El Palomar’,
será la sede en la que durante tres días los asistentes debatirán sobre el
ecoturismo y el turismo de observación. Además, como es habitual, tendrán
ocasión de realizar visitas de campo a la reserva para conocer sus principales
recursos naturales en una de las mejores épocas para su observación y también
disfrutar con las ‘Noches Temáticas’ dedicadas a libros y cine de naturaleza,
actividad conducida por el escritor, naturalista y divulgador Antonio Sandoval.
Debido a la situación derivada de
la COVID-19,
las plazas son limitadas. En esta ocasión -siempre sujeto a la situación
epidemiológica- se abrirán 30 plazas para asistentes presenciales y hasta 200
plazas más para asistentes online. La asistencia online será gratuita y dará acceso
a las ponencias, mientras que la asistencia presencial contará con una cuota de
inscripción, que se destinada para un proyecto de conservación y compensación
de la huella de carbono, y permitirá asistir a las ponencias, las noches
temáticas y las salidas de campo.
NatureWatch cuenta
con el patrocinio de la Junta de Castilla y León y
la colaboración, entre otras entidades, de la Diputación de Zamora, el
Ayuntamiento de Villafáfila, la dirección de la Reserva Natural lagunas de
Villafáfila, la Asociación Española de Ecoturismo, Oryx la tienda del amante de
la naturaleza y la revista Elecoturista.com. Como siempre, con la organización
y dirección técnica de Luis Frechilla y Alfonso Polvorinos.
El obispo emérito de León se jubila con
un regalo a la diócesis de su tierra de origen
Ángel Alonso (La Opinión-El Correo de
Zamora, 01/05/2021
Hemos sabido recientemente que el obispo emérito de León, Don Julián López Martín, natural de Toro, acaba de hacer un regalo extraordinario a la diócesis de Zamora, se trata de la Biblia visigótica mozárabe en edición facsímil. Un tesoro bibliográfico de inmenso valor que podremos contemplar todos los zamoranos. Se trata de una copia exacta, de ahí el nombre de “facsímil”, con detalles de uso y deterioro, como corresponde a un viejo “incunable” (libro escrito antes de la invención de la imprenta) que data del siglo X, y cuyo original es propiedad de la Colegiata de San Isidoro de León.
Muchos jubilados hemos sido despedidos
por colegas de trabajo con ágape y regalo. Ahora don Julián se jubila y quien
regala es él. Bello gesto de un pastor que lo ha sido, con humildad, entrega y
discreción. Le conocí, recién misacantano, en su primer destino pastoral como
coadjutor de Villarrín de Campos, mi pueblo. Eran tiempos en los que la
despoblación empezaba, pero aún había tarea para dos sacerdotes en la parroquia
y al coadjutor le correspondía también la atención de la pedanía de Otero de
Sariegos, un enclave hoy totalmente despoblado en medio de las lagunas. En
estos destinos se estrenó el joven coadjutor cargado de ilusiones y proyectos.
Traía un nuevo estilo, sencillo, cercano, amigable, consecuente con los nuevos
aires del reciente Concilio Vaticano II. Y todo hay que decirlo: era un buen
mozo y bien parecido.
Cuento una anécdota. En sus primeras homilías, en vez de soltar el sermón acostumbrado, echaba
mano de ficha-guión para no andar con rodeos y hablar sin ampulosidad ni
retórica; al grano, como se suele decir. Tan acostumbrada estaba cierta gente a
apreciar más el ruido que las nueces, que comentaban (la ignorancia es
atrevida) si acaso no traía aprendido el sermón. Pronto su magisterio pastoral
y la iniciativa educativa de su proceder se vio plasmada en actividades que
muchos no podemos olvidar por la novedad de su propuesta en una zona rural con
pocos recursos. Destaco la Primera Semana de la Juventud por él organizada, con
el programa repleto de actividades culturales, incluyendo teatroforum con
“Llama un inspector”, cineforum, tras la proyección de clásicos del cine como
“Qué bello es vivir”. Y en efecto, creo que a mayores de su trabajo de cura, se
empeñó en que la dura vida del campo fuese algo más bella.
Con estos buenos antecedentes es
destinado a Roma para doctorarse en Liturgia. Luego ejerce de párroco en Cristo
Rey, Zamora, donde también es nombrado canónigo de la Catedral. Más tarde el
papa le designa obispo de Ciudad Rodrigo, y posteriormente de León, donde ha
terminado sus días en activo al cumplir la edad canónica de su misión.
Nunca perdió el contacto con los
feligreses de su primer destino, y aún de obispo se acercaba a saludar y
visitar a su gente más próxima sin previo aviso, algo que nunca olvidaremos.
Ahora Don Julián me escribe que ha
vuelto allí, y en Otero entra en la iglesia, y visita el cementerio donde lee
nombres de difuntos que recuerda y por ellos reza. “¡Cuánta gracia del Señor!
“, así resume con humildad y nostalgia su pasado en nuestra tierra.
En el Diario de León manifestaba, a
propósito de reciente entrevista: “Mi padre solía decir que pidió a Dios un
hijo cura y le trajo un obispo”.
Yo me permito parafrasear diciendo que
he pedido a Dios buenos amigos y entre ellos me ha dado un obispo.
Desde aquí me hago portavoz de tanta
gente que le ha conocido y me transmite opiniones semejantes a la mía respecto
a su trato, bonhomía y a su labor de pastor de la Iglesia, en la que él se
siente especialmente bendecido, y por ende agradecido también, con el regalo de
su despedida.
Dios le siga conservando muchos años,
cerca de tantos amigos como al andar fue juntando.