Se exponen diversas láminas sobre la celebración la primera
comunión. Las representaciones son dibujos extraordinarios, olvidados, pero no
por eso pierden su encanto.
Estas láminas normalmente la regalaba a los niños el centro
parroquial donde se efectuaba la comunión, el colegio, los catequistas, etc.
Posteriormente se fue imponiendo el recuerdo de comunión
individualizado, realizado en imprentas locales.
Si bien se puede considerar la última cena que Jesucristo
celebró con los doce apóstoles como el origen de este ritual, "la Primera
Comunión", como acto ceremonial y sacramental, tiene su origen en el siglo
XII, específicamente en 1215, cuando el Concilio de Letrán decidió
que sólo los menores que hayan alcanzado "la edad de discreción", entre
doce y catorce años, podrían recibir este sacramento.
Durante el siglo XII y el siglo XVII la primera comunión fue un
acto que pasaba desapercibido socialmente, pues los niños no eran vistos como
sujetos relevantes en el interior de la sociedad medieval. Después de la Contrarreforma fue adquiriendo importancia la ceremonia, como respuesta a la reforma luterana que desde sus
inicios valoró mucho más a los menores y, por consiguiente, se convirtió en un
evento importante en la vida de las personas. Durante el siglo XX la Primera
Comunión se consolidó como una ceremonia muy relevante en la vida de los
católicos. Un estudio realizado en 1995 entre personas católicas mayores de 50
años encontró que el 90% de los entrevistados recuerda su primera comunión como
uno de los actos o momentos más importantes de su vida y el 65% de ellos aún
conserva al menos una fotografía de este momento.
Descripción.
Los diez primeros
modelos del muestrario corresponden a la editora Luis Gili de Barcelona
Los recordatorios están ilustrados con imágenes alusivas a la Eucaristía: Jesucristo o un sacerdote ayudados por ángeles dando la comunión a niños o Jesús Niño y el Salvador Eucarístico. Las imágenes están rodeadas por una orla decorativa con flores y símbolos eucarísticos (hojas de parra, racimos y espigas); en la parte superior de varios recordatorios también aparecen otros símbolos como el Cordero Pascual, el Cáliz con la Sagrada Forma, la Paloma del Espíritu Santo, la figura del Dios Padre o el pelícano que alimenta a sus polluelos con su propia sangre en referencia al sacrificio de Jesucristo. La imagen de El Salvador es una reproducción de la obra de Juan de Juanes
Los recordatorios están ilustrados con imágenes alusivas a la Eucaristía: Jesucristo o un sacerdote ayudados por ángeles dando la comunión a niños o Jesús Niño y el Salvador Eucarístico. Las imágenes están rodeadas por una orla decorativa con flores y símbolos eucarísticos (hojas de parra, racimos y espigas); en la parte superior de varios recordatorios también aparecen otros símbolos como el Cordero Pascual, el Cáliz con la Sagrada Forma, la Paloma del Espíritu Santo, la figura del Dios Padre o el pelícano que alimenta a sus polluelos con su propia sangre en referencia al sacrificio de Jesucristo. La imagen de El Salvador es una reproducción de la obra de Juan de Juanes
Todos los recordatorios llevan impresa la frase
"Recuerdo de la Primera Comunión" y debajo un espacio en blanco para
poner los datos de la celebración
Los recordatorios son de gran formato, 440 x 310 mm
Los recordatorios son de gran formato, 440 x 310 mm
La fecha es de 1927.
El grabado
número 11, responde al título “Día Feliz
Precioso Recuerdo “. De autor anónimo del siglo XIX
Realizado en
los talleres de la litografía de Forasté (Barcelona, G. Bordas)
Descripción:
Es una estampa cromolitografía sobre papel ilustrada
con la figura de Jesús dando la comunión a dos niños flanqueado por ángeles,
rodeados por una orla decorativa en dorado.
En la orla decorativa que rodea la imagen aparecen
impresas las palabras "Día Feliz. Precioso Recuerdo",
"Pureza" y "Candor". Debajo se ha dejado espacio para poner
los datos de la celebración
(Francisco
Trancón)
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