Natural
de Villarrín de Campos (Zamora). Licenciada en Bellas Artes por la universidad
de Sevilla.
Tenemos
el privilegio de incorporar a nuestro BLOG una referencia artística de Marga.
Su obra plástica es muy extensa y el dominio de las diferentes modalidades de
su trabajo lo testimonian. En él se observa una técnica académica fruto de su
experiencia universitaria unido-por supuesto- a la originalidad y peculiar
visión de la expresión artística.
Clasificar
su trabajo corre el riesgo de cosificar su obra, su repertorio abarca acuarelas,
acrílicos, grabados, dibujos, etc. Bien es verdad, que en algunos de sus
cuadros utiliza una yuxtaposición inteligente y acertada de contexturas
diversas.
Su
formación artística le proporciona un control y dominio de las figuras y el
color, expuestas audazmente en sus recreaciones plásticas.
Marga investiga y profundiza en la forma en lo
que ella denomina “dibujo en movimiento”. Ciertamente esta frase supera la
metáfora y se instaura en una realizad objetiva. La figura humana- mujer y
hombre- son objeto de sus obsesiones plásticas. Movimiento, geometría de
colores, figuras obstinadamente sugerentes se hermanan a veces, en un
prodigioso recorrido, para encontrar la fórmula definitiva en su camino hacia
la conquista de una nueva realidad transformada.
El
color, la forma en movimiento que parece desprender un sonido casi perceptible
conforman un catálogo de hombres, mujeres, gatos, perros, flores, objetos… apenas
detenidos en el arnés de lienzo de la acuarela, en el bloc de trabajo de campo,
en los grabados; su deseo es trascender, transmitir recuerdos, ausencias,
presencias, registros de su obra, contenidos personales incluidos en un
inventario de emociones diversas.
La
belleza de su obra está en el naturalismo espontáneo surgido entre el
clasicismo y el romanticismo como inspiradores, pero no como determinantes. La
libertad o autonomía de la artista logra su propia especialización, no
copiando los estilos anteriores, sino aceptando las ideas y formas que el
tiempo presente propone
El
dinamismo de su pintura estriba en una observación bivalente: objetiva y
apasionada; en el estudio funcional del lenguaje del color, en la arquitectura
plástica que revela la intimidad de los seres y de las cosas.
Jean Baudrillard comenta que para que haya obras de arte, para que haya un fenómeno estético, se necesita un lugar, un creador,
medios y, por supuesto, alguien del otro lado, en fin, se necesita al otro, el artista
no puede estar simplemente
encerrado en su creación. Ese espacio, ese lugar de privilegio lo
ocupamos nosotros, los espectadores.
(F. Trancón)
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