(La Opinión de Zamora) (09/05/2014)
Blancas túnicas romeras
Villarrín renueva el Voto ante la Virgen del Templo de Pajares con el
impresionante desfile de los penitentes de la cofradía de la Vera Cruz
Belén Alonso. Las túnicas blancas de la cofradía de la
Vera Cruz de Villarrín de Campos tomaron ayer las calles de Pajares de la
Lampreana con motivo de la renovación del Voto de la citada localidad
terracampina ante la Virgen del Templo. Los penitentes, descalzos y en completo
silencio, iniciaron su marcha hacia el mediodía desde las afueras del pueblo
anfitrión hasta la ermita, seguidos por la Virgen del Rosario.
En la Plaza Mayor esperaban expectantes los mayordomos de Pajares de este año. Marcelo Cuerdo González y su hijo Raúl Cuerdo Miguel son los encargados de portar las varas hasta el próximo mes de septiembre y de «recibir» a los pueblos de la comarca que realizan la romería. Marcelo Cuerdo explica que «es una tradición y teníamos que ser una vez en la vida, así que decidimos ser los dos», después de permanecer un tiempo en la lista de espera y de cumplir la condición principal: ser hijos de Pajares y estar afincados allí. Su familia es la encargada de adecentar y mantener limpia la ermita y lavar las sabanillas del altar durante todo el año.
Tras la llegada de la comitiva a los sones de la dulzaina y el tamboril, las cruces parroquiales se saludan con tres venias y acto seguido realizaron el mismo ritual los pendones de ambas localidades. Después del rezo ante la Virgen del Rosario se produjo el tradicional intercambio de bastones entre las alcaldesas de Pajares, Carmen Rodríguez y la de Villarrín, Concepción Gómez. A continuación, los penitentes, seguidos de los vecinos de ambas localidades iniciaron el camino hacia la ermita de la Virgen del Templo, donde fueron recibidos por el sonido ensordecedor de las campanas del santuario.
Ya en el interior del templo, la regidora de Pajares dio la bienvenida a la localidad vecina pidiendo celebrar «un día de fiesta y alegría» y tuvo una mención especial para «Paco, el juez de Pajares, que nos dejó en febrero».
Tras la
celebración de la misa concelebrada por cinco sacerdotes la fiesta continuó en
la pradera colindante con el templo donde los romeros se reunieron para
disfrutar de las tradicionales pastas y la limonada. El buen tiempo propició
que muchos romeros celebraran la comida familiar en los alrededores y entrada
la tarde se iniciaron los rezos de despedida ante la Virgen para iniciar el
retorno de nuevo hacia Villarrín.
Realiza: F. Trancón
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