En la villa de Villarrín de Campos a 12 días del mes de Septiembre de 1781, su merced el Sr. D. Manuel Alvarez, Alcalde y Justicia ordinaria de ella, por ante mi el escribano dijo: Que habiéndosela dado repetidas y que a deshoras de noche, se experimentaba en este pueblo cantar por la calles cantares deshonestos e injuriosos, apedrear ventanas, robar melonares y hacer otros excesos escandalosos dignos de severa corrección y … que no obstante las muchas diligencias que se habían procurado ...ni había podido averiguar los insultores de tanta maldad ...de haber acaecido en la noche del día de ayer 11 del corriente que por varios embozados se dispararon muchas piedras a las gentes que con armonía y tranquilidad gozaban del fresco a las puertas de sus casas, hiriendo con una de dichas piedras a una mujer anciana y viuda; de suerte que obligó a recogerse todos temerosos de peores resultas. Como con voz fingida se les mandaba por dichos embozados, tal vez para ejecutar, viéndose solos, mayores maldades e insolencias. Mandó su merced por providencia forzosa pasar a reconocer y apresar los susodichos. Y con efecto se consiguió arrestar al uno de ellos, por haber ido los demás, y se le puso preso en la cárcel pública donde se halla. Y para que semejantes atrevimientos, osadías y maldades se castiguen con el rigor que previenen las Leyes de estos Reinos, órdenes y pragmáticas expedidas contra los mal entretenidos y perturbadores de la paz pública.
Debía de mandar y mandó, su merced, hacer e
hizo este auto de oficio y cabeza de proceso por cuyo tenor se exponen los
testigos que sepan, hayan visto, oído o entendido dichos lances, y enseguida se
tome la declaración al preso y auto para en su vista proveer, pues, por éste
que su merced firmó. Así lo proveyó y mandó de que doy fee= Firmas de Alvarez y
Antonio Carriegos.
En dicha Villa, dicho día, su merced el mismo
Sr. Alcalde hizo comparecer a su Judicial presencia a D. Francisco Salvador
Gamiz, estante al presente en ella y vecino de la Ciudad de Zamora, y del
susodicho tomó y recibió Juramento por Dios Nuestro Señor y una Señal de Cruz
emforma que le hizo como se requiere, y bajo de él prometió decir verdad en cuanto
supiere y le fuere preguntado, y siéndole por el tenor del auto de oficio que
antecede por ante mí el escribano dijo: Que en la noche del día de ayer, once
del corriente mes de septiembre, siendo como las diez de ella, poco más o
menos, se hallaba el declarante conversando con Quintín Asensio, maestro
arquitecto vecino de Villalpando, que al presente se halla trabajando en esta
villa, y en compañía de Manuel Prieto, de esta vecindad, entre la casa de Juan
Domínguez y el puente en cuyo sitio estaban tomando el fresco algunas vecinas
de las mas inmediatas, a tiempo que por Teresa García, viuda, otra vecina
cercana, se comenzó a dar voces, diciendo que la habían dado un cantazo en una
pierna, después de otros que la habían tirado, mandándola se fuese a la cama. Y
dentro de muy breve rato estando contando al testigo y a los demás referidos,
que no sabía porqué ni quién la había apedreado, dispararon otras varias
piedras hacia el declarante, diciendo con voz fingida: “A la cama y preso”
repitiendo ésto tres veces hasta que le obligó dar parte a su merced de lo que
libre día por quién… pasar a reconocer quienes eran. Y poniéndolo en ejecución
el testigo pronunciado de los antedichos Quintín Asensio y Manuel Prieto.
Despues de haber corrido largamente tras los que embozados habían ejecutado los
lances referidos, los cercaron y cogieron el uno de ellos, y los demás se
huyeron, bando al asido ante su merced por quién se le mandó arrestar preso.
También sabe, que en las noches anteriores les han robado los melonares, y
otros que les han apedreado las ventanas y tejados, sin poder saber quienes han
sido, todos a deshora de la noche. Y que no sabe otra cosa. Y lo dicho es la
verdad bajo su Juramento. En que se afirmó, ratificó y lo firmó con su merced y
firmé en fee de ello yo el escribano= Firman Manuel Alvarez y Antonio
Carriegos.
En la misma villa día, mes y año citados, el propio Sr. Alcalde hizo comparecer, ante si, a Quintín Asensio, Arquitecto, residente en ella, y del susodicho tomó y recibió Juramento por Dios Nuestro Señor y una Señal de Cruz emforma que le hizo como se requiere, y bajo de él prometió decir verdad en cuanto supiere y la fuere preguntado, y siéndola por el tenor del auto de oficio que va por cabeza por ante mi el escribano dijo: Que hallándose el testigo conversando con D. Francisco Gamiz, vecino de la ciudad de Zamora, y Manuel Prieto, que lo es de esta villa, la noche del día de ayer, once del que rige, a cosa de las diez de ella, poco mas o menos, entre la casa de Juan Domínguez y el puentecillo, con las vecinas de alrededor, oyó que se quejaba Teresa García, viuda, que la habían tirado muchas pedradas, y que con una de ellas la habían dado en una pierna un fuerte golpe.
Protocolo Notarial del escribano Antonio Carriegos conservado al Archivo Histórico Provincial de Zamora.
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