CUARENTA AÑOS DE TOQUES Y REPIQUES DE CAMPANAS
Francisco Trancón Pérez
Publicado en la Opinión-El
Correo el 22-09-2017
El último domingo de
setiembre se cumple el cuarenta aniversario de la creación de un grupo de
“tañedores de sonidos de bronce”, que
decidieron conservar y divulgar el ancestral oficio de campanero, ya desaparecido de las
iglesias y conventos.
Fue en la festividad del
Cristo de Villarrín del año 1977, cuando estos entusiastas, deciden empezar
este trabajo iniciático tocando las campanas, actividad que se ha consolidado a
lo largo de cuarenta años sin interrupción, convirtiendo esta costumbre en un
rito.
Los hechos que dieron
lugar a la creación de este grupo, tuvieron su origen a raíz de una conferencia
sobre las campanas que el musicólogo y actual organista de la catedral de
Astorga, Nicolás Alonso Vidal, pronunció en 1975 en el municipio de Villavante
(León), sugiriendo que debían unirse los campaneros para intercambiar
experiencias y crear una escuela de campaneros.
Joaquín Alonso (acreditado
campanero de Villarrín) asistió a la conferencia y decidió crear un grupo,
recogiendo alguna de las sugerencias de Nicolás. En 1977, constituyó un equipo formado
por 2 campaneros de Revellinos, 1 de
Barcial del Barco y 2 de Villarrín, tocando por primera vez en la festividad
del Cristo de aquel año.
Este conjunto, a lo largo
del tiempo, fue aglutinando campaneros, extendiendo su radio de acción por gran
parte de la geografía de la provincia. Inicialmente era una agrupación para posteriormente ser inscrita en el registro correspondiente el día 28 de enero de 2016 con el nombre de
“Asociación cultural de campaneros zamoranos”, nombre genérico de carácter
universal ya que da cabida a todos los campaneros de la provincia y no se
circunscribe a una determinada localidad, fijando su domicilio social en
Pajares de la Lampreana.
Largo y no siempre fácil
ha sido el camino recorrido durante cuarenta años. Expongo datos facilitados por
el actual presidente de la asociación Antonio Ballesteros. Este joven une a su
habilidad en el arte de tocar las campanas,
la de ser un experimentado gestor de la asociación, a la que no escatima
dedicación y sobre todo ilusión.
Aspectos generales
El número de socios
actualmente es de 80, de los cuales 22 son niños. Este es un síntoma muy
positivo que asegura la continuidad de
la labor de asociación.
La edad de los socios
oscila entre el menor de 4 años y el mayor de 88 años. Más de la mitad de los
integrantes de este colectivo, tocan o aprenden a tocar las campanas.
Desarrollo de actividades
La presencia de la
asociación en Zamora empezó a hacerse
patente con cierta notoriedad hace una década, sin embargo, es a partir de 2015
cuando irrumpe con fuerza en el ámbito cultural de la provincia,
fundamentalmente a raíz de la creación de la escuela de campaneros. Señalo
alguno de los objetivos desarrollados
y conseguidos: recuperación de diversos toques de campanas efectuados en
la antigüedad; realización de conciertos
de campanas en la provincia; formación específica de los alumnos en las
técnicas básicas para el toque de campanas, inculcándoles un compromiso de
continuidad y de satisfacción por la oportunidad de aprender, etc.
Durante el año 2016
realizaron más de 60 eventos por diversos pueblos de las provincias de Zamora,
León, Cáceres, Palencia, Álava, Cantabria, Burgos, etc.
Incide con especial
énfasis- Antonio- en señalar el hermanamiento con los tamborileros zamoranos,
realizado en una reunión de ambas asociaciones en Belver de los Montes el 15 de
agosto de este año.
Todos los años a finales
de agosto participan en un encuentro nacional de campaneros en Meruelo
(Cantabria), con la finalidad-entre otras- de intercambiar experiencias,
consolidar amistades, etc.
Colaboraciones y divulgación de trabajos
Diversas personas y medios
se han hecho eco de la labor de la asociación y colaboran en diversos ámbitos.
La asociación cultural
Carpe Diem de Villarrín, coopera desde hace muchos años con este colectivo en
aspectos, técnicos, administrativos, organizativos, etc.
José Luis Alonso Ponga del
departamento de antropología social de la universidad de Valladolid y Francesc
Bayo i Pons antropólogo y técnico de
etnología de la Generalitat valenciana, expertos en el mundo de las campanas
estudian y registran las diversas modalidades de toques y repiques
La Opinión-El Correo de
Zamora, emisoras y medios informativos de Benavente, León y otras localidades reseñan puntualmente
las actividades realizadas por los campaneros.
Investigación sobre toques de campanas
Aunque están catalogados
los diversos toques de campanas (rogativas, ángelus, alborada, tente nublo,
etc.) en casi todas las regiones, Joaquín Alonso (maestro campanero) me comenta
que ha perfeccionado el “toque de fiesta” tal vez el más complejo y difícil de
realizar, debido a los diversos matices y cambios de ritmos. Se muestra muy orgulloso
de haber incorporado al catálogo de tañidos el toque de “Becera” (se efectuaba para la
recogida y traslado comunal de los animales),que le fue transmitido por un
pastor de Villarrín de Campos.
Proyectos
Antonio Ballesteros estima
ya consolidada la escuela de campaneros, en una modalidad peculiar, funciona de
forma ambulante, desplazándose a los pueblos que demanden su presencia para
impartir enseñanzas prácticas. El instrumento pedagógico utilizado es un
campanario portátil. Aún le falta un amplificador de sonidos que en breve lo
incorporarán como material auxiliar.
Algunos proyectos desean conseguirlos a muy corto plazo, como es la enseñanza del toque de campanas en los
colegios de titularidad pública y privada de la ciudad y provincia; a medio
plazo piensan realizar un censo de las campanas existentes en la región, con la
anotación de una serie de indicadores (antigüedad, fundidor, toques, etc.) que
conformarían la edición de un catálogo.
Sostiene que para el
próximo año tienen proyectado la realización de una concentración de campaneros
de toda España en Zamora.
Concluyo este breve relato
sobre los proyectos, ilusiones, sueños
realizados y otros aún por conseguir que este incansable y admirable grupo de
campaneros han desarrollado a través de cuarenta años.
Han redimido del olvido sonidos y ecos del ayer, intentando que constituyan no sólo un recuerdo, sino
también, un conocimiento activo que
redescubra el olvidado oficio de
campanero, cuya misión hoy no es
solamente tocar las campanas, su labor trasciende esta dimensión y se inserta
en la figura del campanero músico, intérprete y creador de un lenguaje
ancestral, misterioso y sublime, un hacedor y guardián de toques, repiques,
volteos de campanas, que transmiten con sus sonidos el estado emocional de un
pueblo, de una comunidad, anunciando alegría, temor, pena, amor, universo de
sentimientos que conforman nuestra vida, nuestros recuerdos.
Deseo que las campanas,
bóvedas sagradas vestidas de bronce, sigan extendiendo por el aire invisible de
campos y ciudades, aquellos sonidos que nuestros antepasados escribieron en los
pentagramas de los campanarios.
Fotografías: A.B
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