En
la villa de Villarrín de campos, a veinte y ocho días del mes de octubre de mil
setecientos ochenta y ocho, el Sr. D.
Manuel Albarez, alcalde ordinario de ella, por antemí el escribano de su número
y Ayuntamiento dijo: Que habiéndosele dado parte, había pasado de esta presente
vida a la eterna, Antonia Pozuelo, viuda de esta vecindad, dejando bienes y
herederos, mayores y menores, pasó su merced a tomar las llaves mas principales
de su casa, a fin de evitar toda ocultación y extravio; y para que en lo
sucesivo haya la debida cuenta y razón de todo, debía de mandar y mandó su
merced, se haga inventario y tasación formal de dichos bienes sin omisión; y a
este fin nombraba y nombró por inventariadores y tasadores a Baltasar Gómez y
Manuel Rodríguez Cuerdo, y por curador adlitem a D. Alonso Albarez Garrido,
todos de esta vecindad, como personas prácticas, inteligentes y versadas en
ello, y se les notifique, comparezcan a aceptar y jurar en la forma ordinaria,
piues por este Auto que firmó dicho Sr Alcalde así lo proveyó y mandó de que
doy fee.
En dicha villa, dicho día, mes y año, yo el
escribano, hice saber el nombramiento de inventariadores, tasadores y curador
adlitem, que antecede a Baltasar Gómez, Manuel Rodríguez Cuerdo, y Don Alonso
Albarez Garrido, vecinos de ella, en sus personas, que dijeron le aceptaban, y
aceptaron; y en su virtud estando a la presencia del Sr D Manuel Albarez,
Alcalde ordinario de esta misma villa; de los susodichos, y cada uno de por sí,
tomó y recibió Juramento por Dios Nuestro Señor y una Señal de Cruz en forma
que le hicieron según se requiere, y prometieron hacer bien y fielmente el
oficio para el que han sido nombrados sin dolo, fraude ni ocultación; y lo
firmaron con su merced, y en fee de ello yo el escribano.
Luego, inmediatamente el mismo Sr Alcalde,
en vista de la aceptación y juramento que antecede, por antemí el escribano
dijo: Debía de discernir y discernió el
cargo de tal curador adlitem hecho en el antedicho D Alonso Albarez Garrido a
quien daba y dio poder y facultad cumplida para que en favor de los menores de
la mencionada difunta Antonia Pozuelo, haga y practique cuantas diligencias y
Agencias Judiciales y extrajudiciales sean conducentes; para lo cual desde
ahora hasta que llegue el caso, interponía e interpuso su autoridad ordinaria,
y judicial decreto, cuanto puede y a lugar en derecho, y lo firmó y firmé.
Inventario= En dicha villa de Villarrín a los mismos
veinte y ocho de octubre y año citado, su merced el Sr D Manuel Albarez,
Alcalde ordinario que de esta causa conoce, asistido de mi el escribano y de
Baltasar Gómez, Manuel Rodríguez Cuerdo y D Alonso Albarez Garrido,
inventariadores, tasadores y curador adlitem nombrados, pasó a la casa donde
vivió y murió Antonia Pozuelo, viuda, vecina que fue de esta misma villa; y
habiendo encontrado en ella alguno de sus herederos, les requirió franqueasen
tods los bienes y alhajas que hubiesen quedado de dicha difunta, sin omitir
ninguno, bajo la pena de proceder contra los ocultadores por todo rigor de
derecho; y habiendo prometido ponerlos de manifiesto a disposición de su merced
dichos Señor: Alcalde, dieron principio al inventario y tasación de la forma
siguiente:
Lo primero, una mesa con su cajón en treinta
y seis reales.
Otra también con cajón en doce reales.
Otro mejor en catorce reales.
Un escaño camero en veinte y dos reales.
Otro en veinte reales.
Una arca grande con cerradura y llave en
cincuenta reales.
Otra arca en cuarenta reales.
Un banco largo de cuatro pies en ocho reales.
Otro banco en diez.
Un tajo de cuatro pies en dos reales.
Una banquilla en seis reales.
Otra en cuatro reales.
La espetera de la casa con santos y platos en
catorce reales.
La tenaja del agua con su tapadera en cuatro
reales.
La Cruz de la Misión de Colmenero en dos reales.
Una caldera de cobre en veinte y cuatro
reales.
Una clavera en diez reales.
Un asador en tres reales.
Tres cazos de azófar en diez reales.
Una sartén de tres pies y otra sin ellos en cuatro
reales.
Una espumadera y un cazo de olla en cuatro
reales.
Un garfio de hierro en un real.
Tres platos y una fuente de Talavera en cuatro
reales.
Toda la loza de la cocina en cuatro digo doce reales.
Un rastrillo en cuatro reales.
Una manta costalera en veinte reales.
Una sábana de estopa de dos piernas en
catorce reales.
Otra de lienzo de tres piernas en treinta y
seis reales.
Otra también de lienzo en lo mismo.
Otra de estopilla de dos piernas y media en
veinte reales.
Una mesa de manteles buenos en treinta
reales.
Un paño de manos en doce reales.
Una servilleta en tres y otra en dos reales.
Una carpeta chica en cuatro reales.
Una camisa nueva de mujer en doce reales.
Otra camisa en veinte reales.
Otra en catorce reales.
Otra en doce reales.
Un cobertor azul con su fleco en cuarenta
reales.
Una manta de Palencia en treinta y tres
reales.
Una colcha portuguesa en cincuenta reales.
Dos almohadas con sus fundas en veinte y dos
reales.
Una almilla de espolín en treinta y tres
reales.
Un guardapie de sempiterna azul en setenta
reales.
Otro verde de bayeta en treinta reales.
Otro de estameña azul en veinte y cuatro
reales.
Un dengue de bayeta escarlatinada en quince
reales.
Un pañuelo fino de algodón en veinte reales.
Una basquiña de estameña de Valladolid en
veinte y cuatro reales.
Otra mas negra en treinta reales.
Una mantilla de pardo en diez y seis reales.
Un manteo de estameña casera usado en doce
reales.
Una almilla azul vieja en cuatro reales.
Otra mantilla nueva en treinta y tres reales.
Otra almilla de monfor azul en veinte y dos
reales.
Un mandil de sempiterna de dos anchos en
veinte reales.
Una manta o cobertor atablerado en cuarenta.
Un costal de lana viejo en cuatro reales.
Otro costal viejo en lo mismo.
Otro mejor en doce.
Unas alforjas muy viejas en dos reales.
Una tarima de cama en ocho reales.
Un jergón con su delantera en treinta reales.
Un pañuelo de algodón en diez reales.
Una artesa de masar en diez reales.
Unas barillas y algunas piñeras rotas en seis
reales.
Una ralladera de artesa en dos reales.
Dos oronas y un escriño en nueve reales.
Una cesta con varios enredos en cuatro
reales.
Cuatro libras de estopa hilada en diez y seis
reales.
Un sobeo de carro en seis reales.
Un pedazo de maroma de cáñamo en seis reales.
Una cincha en dos reales.
Una reja en catorce reales.
Un peso de balanzas en siete reales.
Otras tres rejas en sesenta reales.
Dos palas de era y una tornadera en seis
reales.
Una punta de un sobeo en cuatro reales.
Un escriño en dos reales.
Un machado en seis reales.
Una trasga de hierro y dos tornos en ocho
reales.
Una talega de mimbre en un real.
Unas cornales viejas en cuatro reales.
Un yugo de arada en diez reales.
Dos cavijas, dos hoces y un barreno en cuatro
reales.
Una azada de valladar vieja en cuatro reales.
Un tunel de tener escabeche en tres reales.
Un pesebre de madera chico en diez reales.
Otro grande en diez y seis reales.
Un yugo de arada en cuatro reales.
Un poco de madera en el establo en diez y
seis reales.
La madera de el Cabañal en diez y seis
reales.
Una biga debajo de el Cabañal en doce reales.
Otra de álamo también en doce reales.
Otra de roble en ocho reales.
Otra mayor de lo mismo en diez y seis reales.
Una horcada y dos puntas de palos en seis
reales.
Una puerta vieja en ocho reales.
Una artesa de masar en veinte reales.
Una ceranda y un cribo viejo en tres reales.
Una ochava con su rasero en catorce reales.
Un quartillo también con rastro en un real.
Un badil de hierro en dos reales.
Dos candiles en dos reales.
Un trillo con su cambo en treinta reales.
Un carro herrado en treinta, digo en
doscientos reales.
Una pollina de carga en ciento y veinte
reales.
Un pollino cerril que va a dos años en
ochenta reales.
Una cerda de ceba en doscientos y veinte
reales.
Tres pollas nuevas en seis reales.
Cuatro carros de paja a veinte reales cada
uno.
Cinco cargas de morcajo a treinta reales
fanega.
Dos cargas y media de centeno a veinte y
siete reales fanega.
Carga y media de cebada a diez y ocho reales
fanega.
Diez ochavas de trigo sembrado en doscientos
y cincuenta reales.
Continúa
Manuel Renau Sancho
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