Bodas de oro
sacerdotales de Agapito Gómez García
Merecido
reconocimiento a una persona sencilla y servicial, a quien el pueblo de
Villafáfila quiere, respeta y admira
La Opinión-El Correo de Zamora 15/08/2018
V. CALZAZA FIDALGO Agapito
Gómez García nació en Villarrín de Campos en 1943 y fue ordenado sacerdote en
la Iglesia de San Andrés, el 30 de Junio de 1968 por el Obispo Eduardo Martínez
González. Fue Villar de Fallaves su primer nombramiento como párroco. En 1972
fue nombrado párroco de San Esteban del Molar y encargado de Vidayanes, por el
Obispo Ramón Buxarais. Le encarga, Eduardo Poveda, en 1980, las parroquias de
Revellinos y San Agustín del Pozo.
Fue el 20
de Julio de 1992 cuando el Obispo Juan María Uriarte lo nombra párroco de
Villafáfila y toma posesión el 13 de septiembre.
El Obispo
Casimiro López Llorente le nombra encargado de San Agustín del Pozo en 2003.
Tras la muerte del sacerdote Félix Martínez, fue encargado temporalmente de
Revellinos, San Esteban del Molar y San Agustín del Pozo. En 2010 el Obispo
Gregorio Martínez Sacristán le nombra encargado de la parroquia de Santovenia y
en septiembre de 2016 le encomienda Tapioles. Y es, además, confesor de las
Religiosas Clarisas de Villalobos.
Celebró
sus Bodas de Oro con una Eucaristía solemne, presidida por nuestro Obispo
Gregorio Martínez Sacristán, junto a los compañeros que cumplían 25, 50 y 60
años de sacerdocio así como con todos los sacerdotes de la diócesis, el 10 de
mayo -festividad de San Juan de Ávila-, Patrono de los sacerdotes diocesanos-,
en el Seminario de San Atilano de Zamora, donde realizó sus estudios de
Filosofía y Teología.
También,
el actual Obispo de León, Monseñor Julián López, compañero de Ordenación y
estudios le invitó a la celebración eucarística, el día 30 de Junio, fecha que
cumplían los 50 años de ordenación presbiteral. La Misa de la fiesta de San
Roque es en Acción de Gracias por sus Bodas de Oro sacerdotales. Su labor
pastoral, espiritual y social así como su entrega generosa a dicha comunidad,
que bien se lo merece.
Don
Agapito es una persona sencilla, humana y servicial a quien todo el pueblo
quiere, respeta y admira, desde los niños hasta las personas mayores. Ha
manifestado, en más de una ocasión, que fue bien acogido y se encuentra
contento en nuestro pueblo.
El
Cardenal Carlo Mª Martini escribió en su libro "Un tesoro en vasijas de
Barro", en el apartado -El sacerdote, hombre de las relaciones-: "El
sacerdote es, efectivamente, una de las principales referencias de las
relaciones humanas, uno de esos que principalmente están rodeados de estímulos
relacionales, y está llamado a saborearlos porque él es punto de referencia en
las relaciones del hombre con Dios".
Más
adelante, nos dice: "En el cristianismo, y sobre todo en el catolicismo,
el sacerdote, que tiene entre las manos la eucaristía, es también el hombre a
quien le son confiadas de manera privilegiada las relaciones fraternas con
nuestras comunidades".
Y termina
diciendo: "El sacerdote es, pues, el hombre de la comunicación, sobre todo
en cuanto que es alguien que ha sido llamado por Dios a la comprensión y
participación más profunda en el ministerio de la cruz? y gracias al poder del
Resucitado". Y puede así realizar encuentros auténticos.
Por otra
parte, leemos en la Carta a los Hebreos 5, 1-5 "Todo sumo sacerdote, en
efecto, es tomado de entre los hombres y puesto al servicio de Dios a favor de
los hombres?. Es capaz de ser comprensivo con los ignorantes y los extraviados
ya que él está lleno de flaquezas y a causa de ellas debe ofrecer sacrificios
por los pecados propios a la vez que por los del pueblo. Nadie puede arrogarse
esta dignidad sino aquél a quien Dios llama como ocurrió en el caso de Aarón".
Así ha
sucedido con don Agapito. El Señor lo llamó a trabajar en su viña y él ha
sabido responder a su llamada generosamente, toda una vida.
Que su
ejemplar testimonio de vida sacerdotal sirva para despertar nuevas vocaciones
en nuestros pueblos, pues "la mies es mucha y los obreros pocos" nos
dijo el Señor. Y actualmente es una realidad.
Al
celebrar tan significativo evento, la comunidad parroquial de Santa Mª le
felicita muy cordialmente, le agradece todos sus servicios religiosos,
pastorales y le desea buena salud y que permanezca muchos años entre nosotros.
¡Enhorabuena!
NOS
UNIMOS A ESTE MERECIDO RECONOCIMIENTO DE LA LABOR PASTORAL REALIZADA DURANTE 50
AÑOS, POR AGAPITO. ¡FELICIDADES!
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