domingo, 10 de agosto de 2025

ANÁLISIS SOCIO CULTURAL SOBRE EL MILAGRO DE LA TRANSFORMACIÓN DEL CRISTO DE VILLARRÍN DE CAMPOS

 


Francisco Trancón Pérez

 

El objetivo de este trabajo es analizar diversos aspectos  escritos en  la Crónica  de la Transformación del Santo Cristo de los Afligidos de este municipio, según consta en una carta que Fernando Andrés Raposo cura de Villarrín de Campos (1786) dirigida a Bernardo Espinar (Valencia) en la que solicita datos  referidos a  la transformación de una tosca imagen de un Cristo ubicado en la citada iglesia  en una talla espléndida, debido a las oraciones de una anciana (Leocadia), ante el desconsuelo de ver retirada su imagen del Cristo y no poder rezar ante ella. Hecho datado el 25/09/1460.

Sorprende que este relato no se haya divulgado hasta pasados tres siglos de lo sucedido, ni reflejado en el libro de Fábrica de la Iglesia u otros registros canónicos. Una hipótesis explicativa, pero no verificada, es que la iglesia, sabedora del acontecimiento impulso un estricto silencio, hasta no encontrar alguna prueba fehaciente del hecho.

La primera referencia escrita nos la ofrece  Erro Irigoyen en Zamora Ilustrada (18/9/1831), en la que efectúa un abreviado comentario , afirmando como milagro la trasfiguración de la imagen del Cristo, confirmada por el prelado y el pueblo, reconociendo que la historia y milagros posteriores atribuidos a la intervención del Cristo, se halla consignada, más que en los libros parroquiales y particulares tradiciones, en las paredes de la capilla y en las ofrendas depositadas en ella.

Pasado este período de oscurantismo, la leyenda del supuesto milagro, surge con una fuerza arrolladora, siendo el pueblo encargado de divulgar la intervención del Cristo en diversas circunstancias, solicitando la intervención de su poder para paliar los efectos nocivos de la sequía de los campos, invasión de plagas de langosta que asolaban los cultivos de cereal.

El esquema sigue unas pautas similares a otras manifestaciones efectuados en pueblos de diversas regiones de España.

El protocolo se repite de acuerdo con este patrón: convocatoria previa de las autoridades religiosas, salida procesional de la imagen del Cristo por las calles, llegada masiva de personas del entorno geográfico a Villarrín de Campos, a modo de peregrinación. La petición oficial de los favores a recibir la efectúa una persona eclesiástica (normalmente el párroco), mientras los asistentes ratifican estas súplicas con oraciones, cánticos religiosos y otras manifestaciones de alabanza.

Se hallan registradas estas salidas procesionales: 01/05/1630; 26/04/1818/; 26/04/1945; 26/4/1960 y 26/04/2010 (En esta última no hubo procesión)

En la primera salida se instituyó el llamado voto de Villarrín de Campos,  las posteriores fechas coinciden día y mes con el registro de la Transformación de la Imagen del Cristo. En 1960 se celebró el 500 aniversario y en 2010 el 550 aniversario.

Existe una tradición no escrita ni razonada, por la que la sagrada figura del Cristo se mueve del altar de su capilla (trono) sólo en circunstancias muy singulares. Cuando surge esta eventualidad, la crónica registra que se producen fenómenos meteorológicos de difícil interpretación causal: truenos, relámpagos y lluvia. Obviamente estas manifestaciones se explican como una respuesta divina a las peticiones formuladas.

La notoriedad y divulgación de la Transformación del Cristo, fue objeto de interés de la prensa provincial. Registro esta reseña publicada en El Correo de Zamora, 24/04/1945, que bajo el epígrafe Imponente manifestación de fe en Villarrín de Campos, indica que 10.000 personas acudieron a este evento religioso en peregrinación de rogativas para postrarse ante el santo Cristo en demanda de lluvia, que no se hizo esperar, pues aquella tarde llovió en abundancia. Comenta con notable énfasis el estado emocional de los asistentes: el hecho milagroso se había producido una vez más. Los truenos oídos en todos los pueblos de la comarca en el preciso momento de ser movido de su trono el Santo Cristo y todos conmovidos acudieron a la cita a postrase de hinojos con los ojos arrasados en lágrimas, pidiendo agua para los resecos campos.

En La Revista Campos, editada por la parroquia de Villarrín de Campos (1945-1946), se anotan diversas colaboraciones monográficas sobre la figura del Cristo, milagros, oraciones, plegarias y otras reseñas o actos de fe.

 Señalo otras publicaciones en formato libro .

TRANCÓN PÉREZ, Fco. Villarrín en la Tierra de Campos, Diputación de Zamora, 1990 y otra conjunta de TRANCÓN PÉREZ,Fco.  Y MIÑAMBRES DE LA PRIETA, Fdo. El enigma del Cristo de los Afligidos de Villarrín de Campos. Ed. Monte Casino (2010),

La petición de agua (motivo central de las diversas manifestaciones del pueblo), en las que de forma angustiada manifiestan su preocupación ,según se lee en estas frases coreadas en una de las peregrinaciones:  Si no mandas la lluvia/ para podernos sustentarnos,/¿qué escenas dolorosas presenciaremos este año? El fenómeno meteorológico de la procesión del Cristo se observa en estas estrofas:  /Cuando de tu trono bajas/ con un trueno nos avisas/ ¡qué grande es tu poder!/ y recta tu justicia/.

En la siguiente plegaria se indica que los peregrinos portaban velas al Cristo de los Afligidos/ en prueba de grande amor/ de estos tus hijos queridos/. La fe de los peticionarios es grande y aunque suplican que /mandes pronto la lluvia/para los resecos campos/,  no se desesperan ni su esperanza se quebranta: / Aunque no llueva una gota,/Señor en Ti confiamos/, que al salir de santo trono/hasta las cañas dan grano.

El himno al Cristo de los Afligidos (letra de Lampuerta y música de Miguel Alonso), se considera una composición poética en la que se observan dos aspectos diferentes: la parte inicial sobriamente descriptiva muestra la imagen de un Cristo compasivo, misericordioso que abre sus manos divinas/ a Villarrín que en ti espera/ los frutos de tu muerte y tu pasión/. Los siguientes versos utilizan un recurso comparativo de belleza expresiva en las que el pueblo se representa como/ el pobre romero sediento de aguas puras y amor/, en otro símil se acude a identificar /al pájaro preso que a las cumbres/ quiere su vuelo remontar veloz/, con el deseo de las almas/ de solar de campos/, buscando el nido de tu corazón/. La abeja es otro recurso de este curioso relato, aludiendo a la /búsqueda para su miel el polen de la flor/ así tus hijos buscan en su noche/ la aurora eterna de tu corazón./

En cuanto a los supuestos milagros o hechos prodigiosos asignados a la intervención de la imagen del Santísimo Cristo, se inicia con el indicado anteriormente en la petición de Leocadia en 1460.

En una investigación realizada en el Archivo Diocesano de Astorga (ADA), se refleja un milagro de la recuperación de una joven inválida de 15 años, vecina de Villarrín de Campos, que recuperó la movilidad de su cuerpo enfermo, el día 29 de junio de 1623, gracias a las súplicas de la muchacha invocando la ayuda del Santo Cristo.

El resto de reseñas sobre intervenciones en favor curación, se consignan en diversos escritos recogidos en la Revista Campos (Villarrín de Campos, 1946-1947). En todos ellos los afectados o sus familiares invocan la intervención del Cristo, a través de oraciones, novenas, imposición de la estampa de la venerada imagen, etc., con resultado satisfactorio.

Consideraciones

Y así, cuando el siglo XV avanzaba con sus sombras y penumbras, en Villarrín de Campos, acariciado por los vientos del pan y las plegarias de la oración, ocurrió lo que la fe puede explicar y el alma a comprender.

 La historia del Santo Cristo de los Afligidos no es sólo la memoria de una imagen que el tiempo quiso borrar, sino el testimonio de una transformación que desafió el deterioro de la materia con la firmeza del espíritu de Leocadia, que no tenía más riqueza que su oración, ni más poder que su compasión. Con humildad, amor y una perseverancia sin límites imploró, no por vanidad ni por conseguir una obra de arte, sino por respeto al misterio que representa para ella el Crucificado.

Desde entonces, el Santo Cristo de los Afligidos es objeto de veneración, indicando ,que lo imperfecto puede ser redimido, lo viejo renacer y que incluso la materia más quebradiza se logra moldear por el milagro del amor y la constancia.

Este estudio finaliza aquí, pero la historia continúa viva en el silencio de la iglesia, en la esbeltez de una Torre de los recuerdos, en las oraciones murmuradas, en la mirada de los que se acercan buscando consuelo en la capilla de los milagros.

Leocadia no era instruida en las letras, pero poseía sabiduría del alma. Nunca abandonó su empeño en mantener la devoción al Crucificado, incluso cuando los responsables de la parroquia pensaban retirarlo por su mal estado. Su oración perseverante y su clamor lleno de ternura ante la imagen dañada conmovieron al pueblo y, según testigos, abrieron las puertas al milagro.

Aunque no ha sido canonizada ni beatificada, Leocadia permanece en la memoria piadosa de Villarrín de Campos como una buena mujer del pueblo, cuya fe sencilla provocó una transformación inexplicable, porque nada es pequeño si nace del corazón.

Otros aspectos

La patrona de la iglesia es Nuestra de la Ascensión, festividad que se conmemora el 15 de agosto.

La fiesta institucional de Villarrín de Campos,  se celebra desde siempre el último domingo de Setiembre.

La mayordomía de la Cofradía del Santo Cristo, organizadora de los actos religiosos y sociales, correspondía a los hombres que eran elegidos por sufragio mayoritario de los cofrades. A partir del año 1960 se   amplía el número de mayordomos a cuatro y en el año 2010 se permite el acceso a   ostentar “la vara” a las mujeres, rompiendo una tradición no escrita de 345 años de prevalencia masculina en la gerencia de la cofradía.

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