Texto (La Opinión, 9/05/2016)
Fotografías: Emilio Fraile (La Opinión); María Elena,
Mari Carmen, Isabel (Villarrín); Toño (León)
El sol
resplandece con la Virgen del Templo
La lluvia que
acompañó a los peregrinos de Villarrín de Campos camino de Pajares de la
Lampreana escampó con el inicio de la procesión hasta la ermita para cumplir el
voto
IRENE GÓMEZ La luz se hizo
en Pajares de la Lampreana. La borrascosa aurora que recibió a este 8 de mayo,
con una lluvia incesante, presagiaba un día de lo más deslucido para la romería
de la Virgen del Templo que ayer tenía por protagonista al pueblo de Villarrín
de Campos. Pero el ansiado sol resplandeció y los devotos pudieron cumplir con
el voto a la Virgen del Templo con toda la solemnidad y tradición que acompaña
a esta fiesta de la patrona de la Tierra del Pan.
La coincidencia del 8 de mayo en domingo agrandó la participación en una
tradición arraigada y de un profundo sentimiento de devoción, no solo en
Villarrín sino también en Pajares de la Lampreana, anfitrión del encuentro de
todos los pueblos que peregrinan a la ermita de la Virgen del Templo.
"La fiesta se celebra de todas todas" comentaba un vecino de
Villarrín mirando a un cielo cada vez más encapotado. Porque al filo de las
once de la mañana, cuando entraba en Pajares el carro con la Virgen de la
Soledad la cara de los mayordomos era un poema. Ángel Alonso y Elena Gómez,
Juan Palacín y Flori Alonso, y Agustín Ferreras y Pilar Boyano asumen este año
la mayordomía y fueron ellos los encargados de engalanar el carro con la
Virgen, debidamente protegida y acompañada a lo largo de todo el trayecto.
"Habrá que vestirse en la ermita" comentaba una resignada cofrade
de la Vera Cruz, temerosa de no poder cumplir con la tradición de colocarse la
mortaja a la entrada de Pajares y cruzar el pueblo acompañando al Cristo y a la
Virgen de la Soledad.
Pero ayer en este rincón de Campos-Pan se hizo del todo real aquello de que
"cuando llueve escampa". Y fue en el momento oportuno, una vez
llegados los peregrinos que hicieron el camino a pie de Villarrín a Pajares con
el Cristo de la Vera Cruz y cuando ya habían repuesto fuerzas en la plaza del
Ayuntamiento.
La hilera de coches iba entrando en Pajares y muchas personas se
concentraban en la entrada del pueblo. Y obró el milagro. Un resplandeciente
sol de primavera se abría paso entre el cielo encapotado mientras los
penitentes vestían las mortajas blancas, impolutas, cuidadas con mimo y desempolvadas
tras la procesión de "La Carrera" el Jueves Santo.
El sol se instaló a lo largo de todo el recorrido hasta la ermita y respetó
también la parada en la plaza de Pajares, donde se ejecutó el baile de los
pendones de ambos pueblos. Los cofrades de la Vera Cruz reanudaron el paso
encabezando la procesión y seguidos por numerosas personas, muchos vecinos e
hijos de Villarrín cumplidores con el voto, como José Luis Temprano que cada 8
de mayo retorna a su pueblo para revivir la tradición. O como Andrés Gómez y
Manolo Alonso, refundadores de la actividad de la cofradía tras el
"parón" entre 1965 y 1993.
"Antes se vestía la mortaja con la ropa interior, camiseta y
calzoncillo, y para comprobar que cumplías, a la entrada de la iglesia uno de
los mayordomos te tocaba en el brazo y otro en el muslo por si llevabas más
ropa; eso se ha quitado" evocaba Andrés Gómez. Sin ese rigor pero sí
manteniendo los pies de descalzos, los penitentes cumplen el voto como todos
los vecinos de Villarrín, a quienes la alcaldesa de Pajares dio la bienvenida
al inicio de la misa en la ermita.
Y este año testigo de todo ello Cristina García Rodero, icono de la
fotografía de las fiestas tradicionales de España y una de las profesionales
más reconocidas en el ámbito nacional e internacional. Con su imagen menuda,
mochila al hombro y cámara en mano, su objetivo captó cada instante, pasando
desapercibida y sin molestar, como a ella le gusta. "¿Si te pones cerca
del Cristo por favor?" rogaba a un niño penitente. "¿Qué suerte hemos
tenido, que gran día!". Estaba satisfecha con un trabajo que ya forma
parte del legado de una profesional excepcional.
F. Trancón
No hay comentarios:
Publicar un comentario