La Navidad ha llegado al calendario de invierno, en el solsticio
de un nuevo adviento, haciéndose postal escrita con letras de luz y fantasía.
Necesitamos distanciarnos, en esta época diferente, de la
monotonía diaria, de la esfera de contar los tiempos que desconoce el alfabeto
prodigioso donde se narran sentimientos de amor, ilusión, tranquilidad, valores
que contribuyen a aumentar el haber de nuestra felicidad.
Que esta NAVIDAD constituya para vosotros un proyecto activo,
abierto a nuevos retos, al recuerdo cariñoso de los ausentes y este deseo: que
nos acaricie el amor que prodiguemos y la sonrisa que regalemos.
(Francisco)