COFRADÍA
DE LA VERA CRUZ
VILLARRÍN DE CAMPOS (Zamora)
(Recopilación
datos: Asociación cultural “Carpe Diem” de Villarrín de Campos)
Breves apuntes históricos
Se
conservan dos libros, resumen del contenido es el siguiente:
De pergamino. Empieza el año 1670. En
las cuentas que contiene, se habla de ingresos “por la viña, lana, pellejos”,
etc. Termina en el año 1716.
Se aprueban los Estatutos, pero se dejan sin efecto el Capítulo 3º, en los que hace relación a la penitencia o disciplina.
En 1869 se renuevan los Estatutos.
Siguen las Cuentas con alguna interrupción y acuerdos.
Hay unos estatutos impresos en el año
1909 y otros a máquina en el 1992.
Al final de este libro hay lista e
inventarios hechos en el año 1958.
Propiedades de la Cofradía
Masttiene
a su favor Dozerreales vellon encadaunaño lepagan Lucas Temprano y Manuel
Rodrigo porlos vinculos que poseen.
Tiene
conrrentta que pagan anualmente quarentta y tres rreales de misas y
prozesiones.
Mas
aonze Piezas de tierra trae enarrendamiento Joseph Bueno y Jerónimo Diez
vecinos deestta Villa cuios fruttos anuales equivalen anovezienttos y noventta
y zinco rreales y Doze maravedis y medio vellon y vajadas deestta cantidad
sesenta y Zinco rreales ymportte de Zinco fanegas detrigo Quepagan anualmente a
dicha Cofradía quedan a favor de dichos rentteros seglares novecientos
treinttarreales y Doze maravedis y medio en que novaecho desquentto de cultivo
ni simientte.
Celebraciones que perduraban en el año 1960
- -Los
actos fundamentales se celebran el día de Jueves Santo.
- -Vísperas
de Santa Cruz el 2 de mayo por la tarde.
- -Misa
cantada el 3 de mayo.
- -Procesión
alrededor de la Iglesia, antes de la misa anterior..
- -Oficio-aniversario
por los Difuntos el día 4.
- -Procesión
alrededor de la Iglesia, el día 14. Vísperas el día 13.
- -Procesión
alrededor de la Iglesia, antes de la misa de día 14. Misa cantada el día
14 y cambio de Mayordomos con revisión de cuentas en mayo.
Sus
últimos estatutos, que datan de 1960, nos proporcionan una interesantísima
información.
Así, en su apartado introductorio,
denominado “historia”, aparece el siguiente texto:
“Existe en el Archivo parroquial, un
Libro, en pergamino, de Cuentas de la Cofradía de la Cruz , que da principio en el laño 1670, y en ella se habla de ingresos que tenía esta
Cofradía por la viña, lana, pellejos, tierras y un vínculo. – Termina en el año
1716.”
“Los primeros datos de la Cofradía del Santo Cristo
de la Vera Cruz ,
se encuentran en otro Libro, que da principio en el año 1849, en el que figura la Visita pastoral antes
mencionada, en la cual, al aprobar los Estatutos por los que debía regirse la Cofradía , deja sin efecto
el Capítulo 3º, en lo que hace relación a la penitencia o disciplina. – En el
año 1869, se renuevan estos Estatutos, de los que existen otros impresos en el
1909.- Finalmente, en el año 1922 se hace nueva copia de ellos, con algunas
modificaciones.”
“Teniendo en cuenta la escasa
efectividad de algunos artículos y las lagunas que se vienen observando en el
Reglamento vigente, y principalmente, para que todos los cofrades conozcan
exactamente las obligaciones que el mismo les impone, el Sr. Cura Párroco D.
Manuel Álvarez Masero, convoca un
Cabildo Extraordinario, que se celebra el día 17 de mayo de 1959, en el que después de examinar y discutir, uno
por uno los Artículos del Reglamento, por el que se viene rigiendo esta
Cofradía, e introducir en ellos las modificaciones que se estimaban pertinentes
para la mejor marcha de la misma, se tomó el acuerdo de que el mismo Sr. Cura
Párroco redactara el nuevo, con las adiciones y modificaciones introducidas, y
se convocara otro Cabildo, en el que se leyera de nuevo y fuera aprobado por
todos los Cofrades.- Este Cabildo tuvo ,lugar el día 6 de septiembre de 1959…”
Sin
tener en cuenta otras fuentes documentales, y simplemente basándonos en los
documentos señalados en esta introducción estatutaria, podemos señalar algunos
otros aspectos.
Por el referido libro de cuentas que se
inicia en 1670 sabemos que era una cofradía que se regía por antiguas
ordenanzas, que tenía su sede en la ermita del Humilladero o de la Cruz.
Su fiesta principal se llevaba a cabo
el Jueves Santo de cada año, celebrándose además las correspondientes a la Exaltación e Invención
de la Santa Cruz ,
a celebrar en mayo y septiembre.
El nombre oficial de la Cofradía era de la Cruz o de la Santa Vera Cruz.
Dadas sus características que, en
principio no se diferencian de otras semejantes, nacería en el siglo XV,
datándose sus primitivas ordenanzas, presumiblemente, a principios del siglo
siguiente.
Al tratarse de un a Hermandad en la que
se ejercitaba la disciplina pública, sus miembros se dividían en tres grupos
fundamentales: de sangre, de luz y jubilados.
Los hermanos de sangre se tenían que
disciplinar públicamente durante la procesión del Jueves Santo. A tal fin, se
reunían previamente en la iglesia, vistiendo el hábito o camisa blanca, con la
espalda abierta, y preservando su intimidad mediante una caperuza romo. Dicho
hábito, por su uso para el castigo corporal, sigue siendo conocido como la
“ceplina”. Durante toda la procesión desfilaban descalzos y sin más ropa que la
dicha “ceplina”, acompañando la imagen del Cristo de la Vera Cruz , mientras se
flagelaban con las correspondientes disciplinas, a fin de derramar su sangre e
imitación de Jesucristo.
Los cofrades de luz, acompañaban la procesión
con sus velas.
El grupo de los jubilados estaba
integrado por los pocos disciplinantes que hubiesen alcanzado los 60 años.
Un acuerdo de la Cofradía de 1689 nos
permite conocer unas importantes decisiones, que se podrían considerar como
reforma estatutaria:
Ningún cofrade podría faltar a las
Vísperas de las festividades de la
Cofradía.
Ningún cofrade podría salirse de la
carrera o itinerario procesional.
El disciplinante que no pudiera
derramar su sangre como consecuencia de enfermedad, tendría que asistir
alumbrando con un hacha de cera.
Los hermanos de luz portarían en la
procesión velas de cuatro pábilos, bajo pena de una libra de cera.
Los jubilados de disciplina, es decir,
los que hubiera cumplido los 60 años, “han de llevar un blandón alumbrando en
la procesión, bajo igual pena a la anterior.
Siete años antes, como consecuencia de
la posible relajación de las normas internas, el visitador general del obispado
obligaba a que se dijeran todas las misas que tienen obligación, que se leyeran
por los mayordomos en las juntas las ordenanzas para que nadie pudiera alegar
desconocimiento, que se limitara la colación del Jueves Santo y que se
mantuviera la ermita en buen estado.
Por las referidas cuentas y visitas a
las mismas también conocemos que la cofradía celebraba la festividad de San
Miguel, que se pagaba por llevar el estandarte de la hermandad en la procesión,
que se gastaban 12 reales el día del nombramiento de mayordomos – lo que es
prohibido en 1707 -, y que se quebrantaba frecuentemente el ayuno con la
colación del Jueves Santo pues solía ser muy abundante.
Aunque en las relaciones de miembros de
la hermandad en 1670 no aparecen mujeres, en la que se lleva a cabo unos
cincuenta años más tarde se citan unos 80 hombres y 40 mujeres, que creemos que
serían las viudas con derecho a sufragios.
Los ingresos fundamentales procedían de
las explotaciones ganadera –tenían un magnífico rebaño de ovejas – y agrícola
de una gran heredad de tierras, por lo que, a finales del siglo XVII, se
acuerda que cada cofrade habría de pagar anualmente para sembrar la “senara y
barbecho” celemín y medio de trigo.
Uno de los aspectos que más nos llama
la atención de este período es la asistencia a los entierros con el traje de
disciplinante, lo que es prohibido en la visita episcopal de 1675: “Y por
cuanto en todo este obispado no se estila en entierro alguno el que a los
difuntos los lleven las personas que llevan las andas vestidos de blanco, por
tanto su merced manda que de aquí adelante no se lleven a enterrar con dichas
vestiduras aunque se mande por esta razón alguna cosa”.
Desaparecida la disciplina a fines del
siglo XVIII, no hay grandes variaciones en los siglos siguientes, pues se
siguen manteniendo costumbres y hábitos; siendo la mas importante la realización
de unos nuevos estatutos en 1869, en la que aparece la figura de los cofrades
“de blanco” – los antiguos de sangre-, que lo serían hasta cumplir los 50 años.
Al llegar a dicha edad se pasaría a la categoría de jubilado, con la obligación
de llevar la imagen y las insignias, si no hay devoto que lo pidiera.
El recuerdo a los disciplinantes se manifiesta
en el artículo 13º en el que se indica que “los cofrades que se vistan de
blanco irán descalzos de pies y pierna, sin que se les vea ropa negra”, pagando
en caso contrario una multa de media libra de cera.
También se establece la obligación de
los cofrades de nuevo ingreso sacar la imagen de la iglesia de Villarrín y de
Pajares, lo que nos habla de la obligación que sigue manteniendo la cofradía de
asistir cada 8 de mayo a la procesión de la Virgen del Templo de Pajares.
En 1897 se produce una nueva
actualización de las ordenanzas, fundamentalmente en lo que se refiere a cuotas
y a la obligatoriedad de asistencia a la carrera.
Sólo
12 años después se produce otra reforma, pasando a denominarse la hermandad
“Santo Cristo de la Vera
Cruz ”, manteniéndose la diferenciación entre cofrades de
blanco, de luz y jubilados.
1932
es el año en que se produce otra reforma estatutaria sin mayor interés, pues se
limita a una adaptación a las normas del nuevo estado.
Por
una serie de incidentes producidos en la procesión a Pajares en 1959, se
plantean reformas que van a cuajar un año más tarde, y comienza un período de
incertidumbre que llevaría en 1972
a la supresión del “uso de la túnica para todos los
cofrades de cualquier edad que fueren” y ocho años más tarde a la práctica
disolución de la cofradía, ahora felizmente recuperada.
Esperemos para ella y para la procesión
de la Carrera ,
una de las más bellas de la región, una larga vida.
CELEBRACIÓN DEL
JUEVES SANTO
Relato
de los diversos actos ceremoniales
realizados con motivo de la procesión del Jueves Santo
Cuando
se va acercando la hora los penitentes se preparan en sus casas para ponerse el
hábito de la cofradía.
Obviamente
los familiares ayudan a vestirse al cofrade con la liturgia que dicho
ceremonial requiere.
Salen
de sus casas y se dirigen en respetuoso silencio a la iglesia, lugar sagrado de
la concentración. El pueblo, expectante observa el recorrido individual der los
cofrades con admiración y curiosidad, ya que tratan de adivinar qué persona es
la que está oculta con el hábito.
Setenta
y cinco miembros integran la Cofradía de la Veracruz en el actual año de 2013,.
Suelen salir en procesión 45.Hay que reseñar que la cofradía esta formada por
hombres y mujeres.
Todos vienen descalzos lo que conmueve dado
el sinuoso y largo recorrido de la procesión, con caperuza blanca cubriendo la cabeza y dejando libre el
hueco de los ojos, ataviados con túnica
de lienzo o de hilo con bajo de puntillas hasta los tobillos, denotando el
carácter de disciplina, penitencial de la Cofradía , un rosario en las manos y un paño
blanco bordado en el antebrazo Esta indumentaria que tan vez recuerda al de la
mujer que limpió el rostro de Jesús en la vía dolorosa.
Dentro
del templo se sientan juntos todos los “Penitentes” acogiéndolos el párroco con
cariño y palabras que los animen a vivir con sentido cristiano y profundo el
misterio de este día de Jueves Santo. Después de esta breve salutación se inicia la Procesión. Sale en primer lugar
la cruz parroquial, un penitente lleva el pendón de la cofradía, otro la cruz
tallada del Cristo y detrás los hermanos y hermanas en fila de a uno. El pueblo
entero participa en la procesión escoltando a los penitentes a ambos lados en filas más o menos iguales. Los más jóvenes
van cerca del Paso de “JESÚS NAZARENO” para cargar, relevándose constantemente.
Detrás del Cristo, el sacerdote la presidencia de la cofradía; a continuación los
fieles.
La
procesión discurre por varias calles del municipio a ritmo reposado
acompañando, el pueblo, a su Señor que va a la cruz. Se cantan oraciones
tradicionales del viacrucis durante las catorce estaciones. Se hacen lecturas
de poemas de tipo religioso entresacados de los mejores autores, se recuerda al
Padre, a la Virgen ,
avanzando paso tras paso hasta terminar de nuevo en el templo parroquial.
Finalizada
la Procesión
se hace un descanso para que los penitentes puedan ir a lavarse y volver a la
celebración de la
Eucaristía. En ella, después de la palabra y la homilía, como
Jesús a los Apóstoles, el párroco y ayudantes lavan los pies a doce de los
cofrades de la Vera Cruz. La celebración continua para culminar con la Comunión y el Traslado
del Santísimo al monumento que los cofrades
han preparado el día anterior con todo esmero en una capilla aparte,
destacando, entre todos los adornos, un lienzo que cubre todo el retablo en el
que está pintada la “Santa Cena”.
Este
será el lugar de oración individual o en “hora santa” adonde acudirán los
fieles hasta bien entrada la noche. La cena de fondo luces y flores y el estar
quedo y orante de un pueblo.
Veo que te queda muy bien !
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