viernes, 1 de marzo de 2013

COFRADÍA DE LA VERA CRUZ DE VILLARRÍN DE CAMPOS (Zamora)


 

COFRADÍA DE LA VERA CRUZ


VILLARRÍN DE CAMPOS (Zamora)

(Recopilación datos: Asociación cultural “Carpe Diem” de Villarrín de Campos)

 

Breves apuntes históricos

Se conservan dos libros, resumen del contenido es el siguiente:

 Libro primero


         De pergamino. Empieza el año 1670. En las cuentas que contiene, se habla de ingresos “por la viña, lana, pellejos”, etc. Termina en el año 1716.     

 Libro segundo

          Empieza en el año 1849 con las cuentas de este año, sin que conste nada de los Libros anteriores, pues ni se sabe si es ésta la Cofradía a la que se refiere el libro anteriormente descrito.
         En la visita pastoral del año 1853, se habla de que no había libros esta cofradía.
         Se aprueban los Estatutos, pero se dejan sin efecto el Capítulo 3º, en los que hace relación a la penitencia o disciplina.

         En 1869 se renuevan los Estatutos. Siguen las Cuentas con alguna interrupción y acuerdos.
         Hay unos estatutos impresos en el año 1909 y otros a máquina en el 1992.

         Al final de este libro hay lista e inventarios hechos en el año 1958.
Propiedades de la Cofradía

          Tierras: 12; Extensión: 63,5 fanegas; Valor: 664,75 rrs.
Rentas, pagos y colonos
 
         Masttiene a su favor Dozerreales vellon encadaunaño lepagan Lucas Temprano y Manuel Rodrigo porlos vinculos que poseen.
         Tiene conrrentta que pagan anualmente quarentta y tres rreales de misas y prozesiones.

         Mas aonze Piezas de tierra trae enarrendamiento Joseph Bueno y Jerónimo Diez vecinos deestta Villa cuios fruttos anuales equivalen anovezienttos y noventta y zinco rreales y Doze maravedis y medio vellon y vajadas deestta cantidad sesenta y Zinco rreales ymportte de Zinco fanegas detrigo Quepagan anualmente a dicha Cofradía quedan a favor de dichos rentteros seglares novecientos treinttarreales y Doze maravedis y medio en que novaecho desquentto de cultivo ni simientte.

Celebraciones que perduraban en el año 1960


 
  • -Los actos fundamentales se celebran el día de Jueves Santo.
  • -Vísperas de Santa Cruz el 2 de mayo por la tarde.
  • -Misa cantada el 3 de mayo.
  • -Procesión alrededor de la Iglesia, antes de la misa anterior..
  • -Oficio-aniversario por los Difuntos el día 4.
  • -Procesión alrededor de la Iglesia, el día 14. Vísperas el día 13.
  • -Procesión alrededor de la Iglesia, antes de la misa de día 14. Misa cantada el día 14 y cambio de Mayordomos con revisión de cuentas en mayo.

 LA PROCESIÓN DE LA CARRERA DE VILLARRÍN: Otros aspectos

          Aunque se ha pensado frecuentemente que pocos eran los datos que se conocían de la Cofradía del Santo Cristo de la Vera Cruz de Villarrín de Campos, organizadora de la bellísima procesión de la Carrera, la realidad, como sucede a menudo, es distinta.

         Sus últimos estatutos, que datan de 1960, nos proporcionan una interesantísima información.

         Así, en su apartado introductorio, denominado “historia”, aparece el siguiente texto:

         “Existe en el Archivo parroquial, un Libro, en pergamino, de Cuentas de la Cofradía de la Cruz, que da principio en el laño 1670,  y en ella se habla de ingresos que tenía esta Cofradía por la viña, lana, pellejos, tierras y un vínculo. – Termina en el año 1716.”

         “Los primeros datos de la Cofradía del Santo Cristo de la Vera Cruz, se encuentran en otro Libro, que da principio en el año 1849, en el que figura la Visita pastoral antes mencionada, en la cual, al aprobar los Estatutos por los que debía regirse la Cofradía, deja sin efecto el Capítulo 3º, en lo que hace relación a la penitencia o disciplina. – En el año 1869, se renuevan estos Estatutos, de los que existen otros impresos en el 1909.- Finalmente, en el año 1922 se hace nueva copia de ellos, con algunas modificaciones.”

         “Teniendo en cuenta la escasa efectividad de algunos artículos y las lagunas que se vienen observando en el Reglamento vigente, y principalmente, para que todos los cofrades conozcan exactamente las obligaciones que el mismo les impone, el Sr. Cura Párroco D. Manuel Álvarez  Masero, convoca un Cabildo Extraordinario, que se celebra el día 17 de mayo de 1959, en  el que después de examinar y discutir, uno por uno los Artículos del Reglamento, por el que se viene rigiendo esta Cofradía, e introducir en ellos las modificaciones que se estimaban pertinentes para la mejor marcha de la misma, se tomó el acuerdo de que el mismo Sr. Cura Párroco redactara el nuevo, con las adiciones y modificaciones introducidas, y se convocara otro Cabildo, en el que se leyera de nuevo y fuera aprobado por todos los Cofrades.- Este Cabildo tuvo ,lugar el día 6 de septiembre de 1959…”

Sin tener en cuenta otras fuentes documentales, y simplemente basándonos en los documentos señalados en esta introducción estatutaria, podemos señalar algunos otros aspectos.

         Por el referido libro de cuentas que se inicia en 1670 sabemos que era una cofradía que se regía por antiguas ordenanzas, que tenía su sede en la ermita del Humilladero o de la Cruz.

         Su fiesta principal se llevaba a cabo el Jueves Santo de cada año, celebrándose además las correspondientes a la Exaltación e Invención de la Santa Cruz, a celebrar en mayo y septiembre.

         El nombre oficial de la Cofradía era de la Cruz o de la Santa Vera Cruz.

         Dadas sus características que, en principio no se diferencian de otras semejantes, nacería en el siglo XV, datándose sus primitivas ordenanzas, presumiblemente, a principios del siglo siguiente.

         Al tratarse de un a Hermandad en la que se ejercitaba la disciplina pública, sus miembros se dividían en tres grupos fundamentales: de sangre, de luz y jubilados.

         Los hermanos de sangre se tenían que disciplinar públicamente durante la procesión del Jueves Santo. A tal fin, se reunían previamente en la iglesia, vistiendo el hábito o camisa blanca, con la espalda abierta, y preservando su intimidad mediante una caperuza romo. Dicho hábito, por su uso para el castigo corporal, sigue siendo conocido como la “ceplina”. Durante toda la procesión desfilaban descalzos y sin más ropa que la dicha “ceplina”, acompañando la imagen del Cristo de la Vera Cruz, mientras se flagelaban con las correspondientes disciplinas, a fin de derramar su sangre e imitación de Jesucristo.

         Los cofrades de luz, acompañaban la procesión con sus velas.

         El grupo de los jubilados estaba integrado por los pocos disciplinantes que hubiesen alcanzado los 60 años.

         Un acuerdo de la Cofradía de 1689 nos permite conocer unas importantes decisiones, que se podrían considerar como reforma estatutaria:

         Ningún cofrade podría faltar a las Vísperas de las festividades de la Cofradía.

         Ningún cofrade podría salirse de la carrera o itinerario procesional.

         El disciplinante que no pudiera derramar su sangre como consecuencia de enfermedad, tendría que asistir alumbrando con un hacha de cera.

         Los hermanos de luz portarían en la procesión velas de cuatro pábilos, bajo pena de una libra de cera.

         Los jubilados de disciplina, es decir, los que hubiera cumplido los 60 años, “han de llevar un blandón alumbrando en la procesión, bajo igual pena a la anterior.  

         Siete años antes, como consecuencia de la posible relajación de las normas internas, el visitador general del obispado obligaba a que se dijeran todas las misas que tienen obligación, que se leyeran por los mayordomos en las juntas las ordenanzas para que nadie pudiera alegar desconocimiento, que se limitara la colación del Jueves Santo y que se mantuviera la ermita en buen estado.

         Por las referidas cuentas y visitas a las mismas también conocemos que la cofradía celebraba la festividad de San Miguel, que se pagaba por llevar el estandarte de la hermandad en la procesión, que se gastaban 12 reales el día del nombramiento de mayordomos – lo que es prohibido en 1707 -, y que se quebrantaba frecuentemente el ayuno con la colación del Jueves Santo pues solía ser muy abundante.

         Aunque en las relaciones de miembros de la hermandad en 1670 no aparecen mujeres, en la que se lleva a cabo unos cincuenta años más tarde se citan unos 80 hombres y 40 mujeres, que creemos que serían las viudas con derecho a sufragios.

         Los ingresos fundamentales procedían de las explotaciones ganadera –tenían un magnífico rebaño de ovejas – y agrícola de una gran heredad de tierras, por lo que, a finales del siglo XVII, se acuerda que cada cofrade habría de pagar anualmente para sembrar la “senara y barbecho” celemín y medio de trigo.

         Uno de los aspectos que más nos llama la atención de este período es la asistencia a los entierros con el traje de disciplinante, lo que es prohibido en la visita episcopal de 1675: “Y por cuanto en todo este obispado no se estila en entierro alguno el que a los difuntos los lleven las personas que llevan las andas vestidos de blanco, por tanto su merced manda que de aquí adelante no se lleven a enterrar con dichas vestiduras aunque se mande por esta razón alguna cosa”.

         Desaparecida la disciplina a fines del siglo XVIII, no hay grandes variaciones en los siglos siguientes, pues se siguen manteniendo costumbres y hábitos; siendo la mas importante la realización de unos nuevos estatutos en 1869, en la que aparece la figura de los cofrades “de blanco” – los antiguos de sangre-, que lo serían hasta cumplir los 50 años. Al llegar a dicha edad se pasaría a la categoría de jubilado, con la obligación de llevar la imagen y las insignias, si no hay devoto que lo pidiera.

          El recuerdo a los disciplinantes se manifiesta en el artículo 13º en el que se indica que “los cofrades que se vistan de blanco irán descalzos de pies y pierna, sin que se les vea ropa negra”, pagando en caso contrario una multa de media libra de cera.

         También se establece la obligación de los cofrades de nuevo ingreso sacar la imagen de la iglesia de Villarrín y de Pajares, lo que nos habla de la obligación que sigue manteniendo la cofradía de asistir cada 8 de mayo a la procesión de la Virgen del Templo de Pajares.

         En 1897 se produce una nueva actualización de las ordenanzas, fundamentalmente en lo que se refiere a cuotas y a la obligatoriedad de asistencia a la carrera.

Sólo 12 años después se produce otra reforma, pasando a denominarse la hermandad “Santo Cristo de la Vera Cruz”, manteniéndose la diferenciación entre cofrades de blanco, de luz y jubilados.

1932 es el año en que se produce otra reforma estatutaria sin mayor interés, pues se limita a una adaptación a las normas del nuevo estado.

Por una serie de incidentes producidos en la procesión a Pajares en 1959, se plantean reformas que van a cuajar un año más tarde, y comienza un período de incertidumbre que llevaría en 1972 a la supresión del “uso de la túnica para todos los cofrades de cualquier edad que fueren” y ocho años más tarde a la práctica disolución de la cofradía, ahora felizmente recuperada.

         Esperemos para ella y para la procesión de la Carrera, una de las más bellas de la región, una larga vida.
 

CELEBRACIÓN DEL JUEVES SANTO

Relato de los diversos actos ceremoniales  realizados con motivo de la procesión del Jueves Santo
 
Cuando se va acercando la hora los penitentes se preparan en sus casas para ponerse el hábito de la cofradía.

Obviamente los familiares ayudan a vestirse al cofrade con la liturgia que dicho ceremonial requiere.

Salen de sus casas y se dirigen en respetuoso silencio a la iglesia, lugar sagrado de la concentración. El pueblo, expectante observa el recorrido individual der los cofrades con admiración y curiosidad, ya que tratan de adivinar qué persona es la que está oculta con el hábito.

Setenta y cinco miembros integran la Cofradía de la Veracruz en el actual año de 2013,. Suelen salir en procesión 45.Hay que reseñar que la cofradía esta formada por hombres y mujeres.

  Todos vienen descalzos lo que conmueve dado el sinuoso y largo recorrido de la procesión, con caperuza  blanca cubriendo la cabeza y dejando libre el hueco de los ojos, ataviados con  túnica de lienzo o de hilo con bajo de puntillas hasta los tobillos, denotando el carácter de disciplina, penitencial de la Cofradía, un rosario en las manos y un paño blanco bordado en el antebrazo Esta indumentaria que tan vez recuerda al de la mujer que limpió el rostro de Jesús en la vía dolorosa.
 
Dentro del templo se sientan juntos todos los “Penitentes” acogiéndolos el párroco con cariño y palabras que los animen a vivir con sentido cristiano y profundo el misterio de este día de Jueves Santo. Después de esta breve salutación  se inicia la Procesión. Sale en primer lugar la cruz parroquial, un penitente lleva el pendón de la cofradía, otro la cruz tallada del Cristo y detrás los hermanos y hermanas en fila de a uno. El pueblo entero participa en la procesión escoltando a los penitentes a ambos lados  en filas más o menos iguales. Los más jóvenes van cerca del Paso de “JESÚS NAZARENO” para cargar, relevándose constantemente. Detrás del Cristo, el sacerdote la presidencia de la cofradía; a continuación los fieles.

La procesión discurre por varias calles del municipio a ritmo reposado acompañando, el pueblo, a su Señor que va a la cruz. Se cantan oraciones tradicionales del viacrucis durante las catorce estaciones. Se hacen lecturas de poemas de tipo religioso entresacados de los mejores autores, se recuerda al Padre, a la Virgen, avanzando paso tras paso hasta terminar de nuevo en el templo parroquial.

Finalizada la Procesión se hace un descanso para que los penitentes puedan ir a lavarse y volver a la celebración de la Eucaristía. En ella, después de la palabra y la homilía, como Jesús a los Apóstoles, el párroco y ayudantes lavan los pies a doce de los cofrades de la Vera Cruz.  La celebración continua para culminar con la Comunión y el Traslado del Santísimo al monumento que  los cofrades han  preparado el día anterior con  todo esmero en una capilla aparte, destacando, entre todos los adornos, un lienzo que cubre todo el retablo en el que está pintada la “Santa Cena”.

Este será el lugar de oración individual o en “hora santa” adonde acudirán los fieles hasta bien entrada la noche. La cena de fondo luces y flores y el estar quedo y orante de un pueblo.

 

 

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