Agua de junio tardía, siempre es dañosa y bravía.
Año de heno, año poco lleno.
Aunque junio madura, sólo julio lleva la fruta.
Buena colección de aperos no es pagada con dineros.
Cebada granada, a los ocho días segada.
Cuando junio llega, busca la hoz y limpia la era.
El heno, corto o largo, por junio ha de estar
segado.
El hielo y la lluvia traen a la mano los trigos.
El pueblo en la era y en la torre la cigüeña.
El que no sirve para nada, sirve para parvero.
El rocío de la alborada, basta en tierra bien
tratada.
En junio, en todos los cerros sopas, y en todo
alcacer zampoñas.
En junio, hoz en puño para lo seco, más no lo
maduro.
Entre la hoz y la gavilla, el hambre amarilla
Habas en flor, locos en vigor.
Hoja de las alamedas, guarda toda la que puedas.
Junio brillante, año abundante.
Junio, la hoz en el puño; para probar, que no para
segar.
La viña en flor no necesita ni al viñador ni a su
señor.
Nunca tiene fruto feo, planta que gozó de oreo.
Pronto amorece tu ganado, por tenerlo asegurado.
Quien entiende de labor, siega siempre con humor.
Senara bien aporcada, nunca se verá tumbada.
Tres veces, para esquilar, tu rebaño has de lavar.
(F. Trancón)
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